"Las ocupaciones son normalmente de corto plazo en virtud del Derecho Internacional. Sin embargo, después de cinco décadas, parece que no se aproxima el fin de este conflicto. Al contrario, Israel muestras señas de querer hacer permanentes esas ocupaciones", ha aseverado Lynk en el marco del 50º aniversario de la ocupación israelí.
El relator de la ONU ha destacado la importancia de que las partes involucradas en el conflicto palestino-israelí pongan fin al mismo lo antes posible para evitar que se produzcan más violaciones de los Derechos Humanos.
Según Lynk, las ocupaciones llevan implícitas el castigo colectivo, la confiscación de bienes, la falta de libertad de movimientos, la expansión de asentamientos y los homicidios, lo que acentúa la crisis y aumenta la inseguridad en la zona.
"Insto a Israel y a la comunidad internacional a que presten atención urgentemente a la situación en la región, que no debe ser ignorada por más tiempo", ha manifestado Lynk, según recoge un comunicado de la ONU.
"Los Derechos Humanos de las personas que residen en la franja de Gaza deben ser respetados. Este es el único camino hacia delante", ha añadido el relator de Naciones Unidas, que se ha mostrado desesperanzado en relación con la crisis energética existente en Gaza.
El coordinador humanitario de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Robert Piper, ha instado a las partes a unirse y trabajar de forma conjunta para evitar que se produzca una crisis humanitaria en Gaza, donde el saneamiento y los servicios sanitarios se están viendo gravemente afectados.
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