Una niña ha muerto y otros cuatro menores han resultado heridos por dos ataques ocurridos este miércoles por la mañana en las inmediaciones de una escuela del distrito de Nihm. Para la portavoz de UNICEF en el país, Meritxell Relaño, es "el último ejemplo" de que los niños, "en lugar de aprender, están asistiendo a muerte, guerra y destrucción".
Desde hace casi dos años, la ONU ha constatado que casi 1.400 menores de edad han muerto y más de 2.100 han resultado heridos. La agencia teme que las cifras reales sean "mucho mayores", en la medida en que no tiene acceso a toda la información.
Además, alrededor de 2.000 escuelas han quedado inutilizadas por el conflicto, en algunos casos usadas con fines militares por alguno de los dos bandos. Relaño ha recordado que "las escuelas deberían ser zonas de paz en todo momento, un santuario donde los niños puedan aprender, crecer, jugar y estar a salvo".
UNICEF ha instado a todas las partes del conflicto, así como a aquellos actores con influencia, a proteger en todo momento a la infancia y poner fin a los ataques contra infraestructuras civiles básicas, "conforme a las obligaciones dentro del Derecho Internacional Humanitario".
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