Docenas de heridos y detenidos en Taiwán en protestas contra pacto con China

  • Al menos 36 personas resultaron heridas en enfrentamientos registrados entre 2.000 policías y miles de manifestantes que protestan contra un pacto de servicios con China, que ocuparon el domingo por la noche el edificio del Gobierno y sus inmediaciones.

Taipei, 24 mar.- Al menos 36 personas resultaron heridas en enfrentamientos registrados entre 2.000 policías y miles de manifestantes que protestan contra un pacto de servicios con China, que ocuparon el domingo por la noche el edificio del Gobierno y sus inmediaciones.

Los manifestantes que dañaron bienes públicos fueron detenidos, según un comunicado de la Policía que no especificó el número de arrestos, aunque según otras fuentes se cuentan por decenas.

Las fuerzas de seguridad, que comenzaron a dispersar a los manifestantes en las afueras del Ejecutivo y a expulsar a quienes habían irrumpido en las oficinas públicas cerca de la medianoche, no lograron su objetivo hasta pasadas las 5.00 horas locales de hoy (21.00 GMT del domingo).

Desde la media noche hasta las 4.25 de hoy lunes (20.45 GMT del domingo), la policía sacó uno a uno a los manifestantes, que permanecían sentados y agarrados entre ellos, pero al final utilizaron cañones de agua contra las últimas docenas de congregados.

Dirigentes del opositor Partido Demócrata Progresista, como el ex primer ministro Franck Hsieh, fueron alcanzados por el agua de los cañones al colocarse junto a los manifestantes para mostrar su apoyo.

En la fase final, los manifestantes intentaron detener la acción de los cañones de agua y llegaron a pinchar las ruedas de los vehículos en que estaban montados, aunque no lograron detenerlos.

El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, se ha reunido con el primer ministro, Jiang Yi-huah, el vicepresidente Wu Dun-yi y otros miembros del gobierno para enfrentar las protestas contra el pacto.

Dentro del Parlamento, permanecen atrincherados desde el martes, unos doscientos estudiantes, y unos dos mil fuera, para mostrar su oposición al pacto que consideran "poco transparente" y lesivo contra el empleo y seguridad nacional de la isla.

El acuerdo, que abre a China sectores como la imprenta y publicaciones, y a Taiwán las finanzas y otros sectores, se selló en junio y debido a la oposición del Partido Demócrata Progresista aún no ha sido ratificado, a pesar de que el gobernante Partido Kuomintang (KMT) tiene mayoría absoluta.

Los estudiantes, que cuentan con el apoyo de grupos cívicos y el opositor PDP, exigen la retirada inmediata del pacto con China del trámite parlamentario, una legislación que busca intensificar la supervisión legislativa de futuros pactos con China y la convocatoria de una asamblea nacional constitucional para enfrentar la actual crisis de país, entre otras peticiones.

El presidente Ma y el gobernante KMT han accedido, el domingo, a que se revise artículo por artículo el pacto de servicios con China, pero se niegan a retirarlo y aseguran que ya existen medidas de supervisión legislativa de los acuerdos con China.

Los opositores al pacto, por boca del líder estudiantil Lin Fei-fan, consideran insuficientes y falaces las ofertas del presidente, justifican su protesta por la "violación de la justicia", y amenazan con mantener la ocupación del Parlamento y "luchar hasta el fin" hasta que el gobierno acceda a sus peticiones.

La invasión del Ejecutivo fue el inicio de la expansión de la protesta y mostró tanto la falta de seguridad de los edificios oficiales taiwaneses y la debilidad de la protección policial como la fuerza y buena coordinación por Facebook y PTT de los manifestantes.

Los estudiantes han hecho un llamamiento a la huelga y varios departamentos universitarios han declarado sus intención de cancelar las clases, pero el ministro de Educación ha calificado hoy la medida de "inapropiada" y ha exigido que se apliquen las normas y castigos a los estudiantes que se ausenten de las clases.

El presidente Ma Ying-jeou, elegido para un segundo mandato en 2012, mantiene un apoyo popular que ronda del 10 por ciento, según los últimos sondeos, y se enfrenta también a la oposición dentro de su propio partido.

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