Madaya, la ciudad donde las madres ven morir a sus hijos de hambre

    • Médicos sin Fronteras describe a lainformacion.com la dramática situación de crisis en Madaya.
    • Blanca Carazo, responsable de programas internacionales de Unicef relata a lainformacion.com cómo grupos armados aún impiden en muchos casos la entrada de convoys de asistencia humanitaria.
Un grupo de personas esperan la llegada de un convoy de ayuda humanitaria en el pueblo asediado de Madaya
Un grupo de personas esperan la llegada de un convoy de ayuda humanitaria en el pueblo asediado de Madaya

"Mi hijo murió y no pude hacer nada por evitarlo" cuenta una residente de Madaya. Muchas madres han logrado mantener con vida a sus hijos hirviendo hojas de árboles.

"Lo que hemos visto es horrible, no hay vida.Todo estaba tranquilo. Hay información creíble según la cual hay gente que murió de hambre (...) Lo que vimos en Madaya no tiene precedentes (...) con respecto a otras partes de Siria", declara el representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Sajjad Malik, en una teleconferencia desde Damasco.

"Se vive una situación muy dura en la que muchísimos niños desnutridos sobreviven mediante la ingesta de hojas hervidas", cuenta Hanna Singer, representante de Unicef en Siria.

"Estoy enferma, pero no he tenido facilidades médicas...apenas me mantengo en pie", declaró una residente a la agencia RT.

"Hemos recibido 30 kilogramos de comida entre arroz, aceite, azúcar e incluso tomates", cuenta a El País, residente de Madaya, Abu Mohamed.La impotencia ante la insuficiencia de ayuda

La ayuda humanitaria llega a Madaya en una situación de crisis, con 400 pacientes cuya vida está sujeta a la suerte. Médicos sin Fronteras declara a lainformacion.com que "MSF se muestra satisfecha del llamamiento de Naciones Unidas para la evacuación médica de las personas que requieren atención vital".

Por otro lado, comentan que la situación de los médicos que se hallan en el enclave asistiendo a los ciudadanos "no disponen de equipos para facilitar atención hospitalaria para los pacientes muy críticos por lo que está evacuación a lugar seguro es esencial para brindar tratamiento y salvar la vida de pacientes críticamente enfermos y desnutridos".

La prohibición de la entrada de ayuda, no solo en Madaya, sino en todas las localidades sirias que se encuentran en estado de sitio, impide conocer la situación de los niños y hacerles llegar ayuda esencial (alimentos, agua potable,etc.). Blanca Carazo, responsable de programas internacionales en Unicef, declara a lainformacion.com que el no poder hacer llegar ayuda esencial a los niños constituye la mayor preocupación de Unicef, que cuenta con más de 600 personas trabajando en Siria y los países vecinos para proporcionar asistencia a refugiados. Todas las partes inclumplen el derecho internacional

"Es una guerra que va a entrar en su sexto año y todas las partes implicadas están incumpliendo las normativas del derecho internacional y no están permitiendo la entrada de ayuda humanitaria", declara Carazo. "En ocasiones se han montado convoys de suministro y se han encontrado con una barrera y un grupo armado que les ha impedido entrar", añade la responsable de programas internacionales de Unicef.

Entre la ayuda ofrecida por Unicef se encuentran mantas y prendas de abrigo, para combatir el frío invierno sin calefacción, agua potable y alimentos, entre los que destacan las galletas energéticas que ayudan a que los niños cubran las necesidades y carencias nutricionales.Los residentes culpan a los rebeldes

Un total de 400 personas necesitan ayuda médica urgente. Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHOA) explicó el acuerdo para llevar ayuda a otras localidades que se encuentran en una situación similar a Madaya, como Foua, Kafraya u Zabadani.

RT habló con algunos residentes de Madaya, quienes aseguraron que los rebeldes controlan la mayor parte de los recursos y les venden la comida a precios desorbitados.

Algunos de los residentes, la mayoría mujeres y niños, que han abandonado la ciudad confiesan su felicidad pero que aseguran que sus familias continúan en Madaya. Depositan su esperanza en la ayuda que puedan recibir por parte de los gobiernos de otros países.Hundreds of people fleeing #madaya. These are the ones rebels are letting go... Mostly women and kids pic.twitter.com/XNvloT9W5v— Murad Gazdiev (@MuradoRT) enero 11, 2016

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