Tres meses de estado de emergencia para controlar la revuelta en Bahréin

  • Un día después de la entrada de de las tropas saudíes para sofocar las protestas, el rey del pequeño país árabe ha decretado el estado de emergencia. Mientras, los enfrentamientos continuan en las calles de la capital y el miedo a una guerra civil sobrevuela la región.

Decretado el estado de emergencia en Baréin
Decretado el estado de emergencia en Baréin
Agencias

El estado de emergencia impuesto por el Gobierno de Bahréin, estará vigente durante al menos tres meses. De este modo, y con la ayuda de las tropas saudíes que han acudido al país, se pretenden acallar las protestas políticas que se vienen desarrollando en este reino desde hace un mes, ha informado la agencia oficial bahreiní, BNA.

La medida complemente a la llegada el lunes de tropas del Consejo Cooperación del Golfo (CCG) para apoyar a las fuerzas de seguridad locales en el mantenimiento del orden en el pequeño país del golfo Pérsico.

La decisión ha sido adoptada por el rey, Hamad bin Isa al Jalifa, para hacer frente a los disturbios "que han puesto en peligro los bienes y la vida de los ciudadanos".

El monarca, según la agencia oficial, ha ordenado al mando de las Fuerzas de Defensa que adopten "las medidas necesarias para aplicar" el decreto de estado de emergencia. Los militares bareiníes podrán recurrir a las fuerzas de seguridad, la Guardia Nacional y "otras fuerzas, si fuera necesario", en los 760 kilómetros cuadrados que conforman el país.

El decreto lamenta que los disturbios registrados en Bahréin hayan afectado la vida y los bienes de los ciudadanos, y sostiene que los hospitales se han convertido "en focos de terror e intimidación".

El anuncio se produce mientras continuan los choques entre manifestantes de la oposición y fuerzas policiales, que comenzaron el 14 de febrero pasado al calor de las rebeliones populares de Túnez y Egipto.

Decenas de personas han resultado heridas por estos enfrentamientos. Durante estas protestas públicas, la oposición de un país con mayoría chií gobernado por una minoría suní, exige la instauración de una monarquía parlamentaria, con una nueva Constitución que permita al pueblo elegir un gobierno y un Parlamento independiente.

Conflicto sectarios

Bahréin ha sufrido sus peores disturbios desde la década de 1990 después de que los manifestantes salieran a las calles el mes pasado, inspirados por levantamientos que derrocaron a los presidentes de Egipto y Túnez.

A diferencia de esos países, donde la población, de mayoría suní, se unió contra el régimen, Bahréin está dividido en líneas sectarias, lo que eleva el riesgo de entrar en un conflicto civil.

Los choques violentos entre jóvenes armados con porras, cuchillos y piedras se han convertido en algo cotidiano, lo que ha obligado a la Universidad de Bahréin y muchos centros educativos más a cerrar para evitar mayores problemas.

En un indicio de que el país se encamina a unos disturbios prolongados, los manifestantes acampados en la plaza de la Perla, el foco de semanas de agitación, siguieron desafiantes ante la intervención saudí.

"Rechazamos esta intervención y lo consideramos una ocupación. Cualquier intervención extranjera para reprimir a la gente es ocupación", dijo Akeel Jaber, un activista en la plaza.

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