Cerca de mil personas murieron en 2016 a causa de municiones de racimo, el 88,6% de ellas en Siria

  • La ONU ha comunicado en su Informe Anual de la Coalición contra las Municiones en Racimo que cerca de mil personas murieron en 2016 a causa de las mismas, fundamentalmente por su uso en Siria, que registró el 88,6 por ciento del total de las muertes.
EUROPA PRESS

En su informe anual, el organismo ha señalado que los estados continúan ratificando y aplicando el tratado internacional que prohíbe las municiones de racimo, si bien el número de muertes por estas armas el año pasado duplica al de 2015.

Geff Abramson, coordinador de la coalición, ha subrayado que la única manera segura de acabar con esta amenaza es que todos los estados se adhieran a la prohibición internacional de estas municiones.

El organismo ha indicado que del total de 971 víctimas mortales en 2016 a causa de estas municiones, 860 se registraron en Siria, siendo las fuerzas gubernamentales las que las usaron para al menos 238 ataques entre agosto de 2016 y julio de 2017.

Asimismo, la coalición internacional que encabeza Arabia Saudí en Yemen sigue usando estas bombas en el conflicto en el país, si bien el organismo ha indicado que "el número de ataques ha disminuido tras una amplia condena internacional".

En total, 102 países han ratificado la convención, siendo los últimos Benín y Madagascar. A ellos hay que sumar otros 17 países que la han firmado, pero que no la han ratificado.

Las municiones en racimo son disparadas por artillería y cohetes o lanzadas desde aviones. Éstas se abren en el aire para liberar varias bombas pequeñas o submuniciones sobre un área del tamaño de un campo de fútbol.

Las submuniciones a menudo no explotan en el impacto inicial, dejando restos peligrosos que representan el mismo peligro que las minas terrestres hasta que son retiradas y destruidas.

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