AI recoge el relato del horror de la represión en Guinea y pide una investigación

  • Londres.- AI recogió el relato detallado de la represión el pasado lunes en Guinea Conakry contra una concentración política, como ejecuciones sumarias, disparos por la espalda o las violaciones públicas de mujeres, a partir del testimonio de testigos, señaló la organización en un comunicado.

El Consejo de Seguridad condena la represión en Guinea Conakry
El Consejo de Seguridad condena la represión en Guinea Conakry

Londres.- AI recogió el relato detallado de la represión el pasado lunes en Guinea Conakry contra una concentración política, como ejecuciones sumarias, disparos por la espalda o las violaciones públicas de mujeres, a partir del testimonio de testigos, señaló la organización en un comunicado.

De acuerdo con las numerosas declaraciones de personas que presenciaron el lunes la represión policial contra una concentración de la oposición política, que dejó 160 muertos, AI consideró hoy en un comunicado que hay material suficiente para la creación de una comisión internacional que investigue lo ocurrido.

"Vi cuerpos con disparos en el pecho y en la cabeza -afirma uno de los testigos citados por AI-, a algunos les dispararon por la espalda y muchos habían recibido disparos a corta distancia".

Sobre la violación pública de mujeres, son muchos los testimonios coincidentes, aseguró la Organización No Gubernamental (ONG), quien implicó en los crímenes cometidos a los "boinas rojas", la guardia presidencial, que había recibido orden de "disparar a matar" contra los manifestantes.

"Los soldados arrancaron las faldas a las mujeres, dejándolas desnudas. Las golpearon con sus porras y sus Kalashnikov. Vi a dos soldados tirar a una mujer al suelo y violarla a la vista de los manifestantes. Tuve miedo. Vi a un soldado violar a una mujer desnuda con su porra", dijo a Amnistía un manifestante.

Otro testigo explicó que vio "como un soldado tiraba cerveza sobre una mujer a la que acababa de violar".

AI deduce de los relatos recogidos que los ataques fueron organizados por oficiales del Ejército, ya que miembros de la guardia presidencial estaban presentes y supervisaron la represión.

"Uno de los testigos dijo a Amnistía Internacional que esos oficiales apuntaban hacia los manifestantes y gritaban: 'disparadles'", se afirmó en el comunicado, en el que se añade que también son coincidentes las versiones de que al menos uno de los miembros de la junta militar guineana estuvo presente.

Otro testigo declaró: "un joven de unos 18 años, que llevaba una camiseta Lacoste y pantalones vaqueros, cayó al suelo y fue arrollado por otra gente. Cuando se intentó levantar, se golpeó la cabeza contra el suelo, pero la movía. Un soldado dijo que había que liquidarlo y otro soldado sacó un puñal y lo degolló".

"La gente ya había entrado en el estadio -señaló otro testigo-. La gente se había agrupado en las gradas. Los soldados, los boinas rojas, los gendarmes y los oficiales de policía rodearon el estadio, y entonces pequeños grupos de las fuerzas de seguridad entraron".

"Lanzaron granadas de gas lacrimógeno y, unos diez minutos más tarde, dispararon contra los manifestantes", añadió.

Amnistía Internacional exigió que, a la vista de estas evidencias, se abra una investigación criminal internacional que depure las responsabilidades correspondientes.

"Los autores de estos brutales ataques deben ser identificados y llevados ante un tribunal", manifestó Erwin van der Borght, director del programa para África de la organización.

"Esto sólo se logrará con una investigación internacional, dado que las autoridades guineanas ya han demostrado su falta de voluntad política de llevar a cabo una investigación nacional sobre las acusaciones de violaciones de los derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad desde 2007", añadió Van der Borght.

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