El complejo de Kaesong acerca la posibilidad del diálogo entre las dos Coreas

  • Representantes de Corea del Sur y Corea del Norte se reunieron hoy para tratar el futuro del simbólico complejo industrial intercoreano de Kaesong, lo que supone un importante gesto de distensión que puede contribuir a que ambos países retomen el diálogo.

Seúl, 6 jul.- Representantes de Corea del Sur y Corea del Norte se reunieron hoy para tratar el futuro del simbólico complejo industrial intercoreano de Kaesong, lo que supone un importante gesto de distensión que puede contribuir a que ambos países retomen el diálogo.

Sin embargo, en una primera ronda de contactos celebrada en el edificio administrativo de Tongilgak, situado en el lado norte de la zona desmilitarizada que separa ambos países, las dos partes simplemente expusieron sus posturas con respecto al polígono sin llegar a un entendimiento.

Kaesong lleva paralizado desde hace más de tres meses por deseo de Pyongyang, inmerso en marzo y abril en una campaña de amenazas dirigidas contra Seúl, Washington y Tokio en protesta por las últimas sanciones de la ONU y por los ejercicios militares conjuntos de EEUU y Corea del Sur en la península.

Durante el encuentro, los representantes surcoreanos han explicado que su principal objetivo es negociar una salvaguarda que evite que el Norte cierre arbitrariamente el complejo y garantice su funcionamiento al margen de lo que suceda en el plano político.

El proyecto industrial, en el que 123 compañías del Sur fabricaban productos gracias al trabajo de 53.000 obreros del Norte, permite a Pyongyang obtener decenas de millones de dólares en divisa extranjera cada año y que empresarios surcoreanos aprovechen la mano de obra barata norcoreana.

El Sur, cuya representación ha liderado el delegado de la oficina de cooperación e intercambios del Ministerio de Unificación, Suh Ho, también ha propuesto el acceso de los responsables de estas compañías al polígono, ubicado en el Norte a unos 10 kilómetros de la frontera.

Esta visita les permitiría retirar productos y materiales almacenados a la intemperie que puedan deteriorarse con la llegada de la estación lluviosa a la península coreana.

En este sentido, en la reunión de hoy la delegación norcoreana llamó a los empresarios a reconsiderar su intención de llevarse dichos efectos al Sur, ya que, aseguraron, probablemente el complejo acabe retornando a la actividad, según explicó a EFE un portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano.

La delegación norcoreana, liderada por Park Chol-su, vicedirector de la oficina general que gestiona la zona económica especial de Kaesong, explicó además que el régimen desea que las operaciones del polígono retornen a la normalidad cuanto antes.

Por ello, insistieron, es importante que el Gobierno surcoreano permita a ingenieros del Sur inspeccionar y llevar a cabo tareas de mantenimiento en instalaciones y equipos.

Sin embargo, Seúl quiso insistir en que para lograr la ansiada reapertura de Kaesong antes será necesario celebrar encuentros de alto nivel entre ambos Gobiernos, algo que no sucede desde 2007, y que Pyongyang se disculpe y garantice que no volverá a cerrar aleatoria y unilateralmente el complejo.

Inaugurado en 2004 e incluido dentro de la política de aproximación emprendida la pasada década por el expresidente surcoreano Kim Dae-jung y el exlíder del Norte Kim Jong-il, Kaesong es el último proyecto intercoreano que aún parece quedar con vida.

Otras alianzas empresariales mutuas, como el complejo turístico del Monte Kumgang o las visitas guiadas de turistas surcoreanos a la ciudad de Kaesong, junto al polígono industrial, fueron hace tiempo abandonadas ante el deterioro de las relaciones bilaterales a partir de 2008.

Aunque el contenido de la cita de hoy se ha centrado exclusivamente en este proyecto económico conjunto, algunos expertos han considerado que la reunión puede resultar positiva de cara a que Pyongyang y Seúl vuelvan a dialogar sobre el programa nuclear del régimen de Kim Jong-un.

A principios de junio ambas Coreas habían retomado los contactos tras varios meses de tensión a causa de la escalada de amenazas de Pyongyang, pero finalmente no lograron concretar una reunión de alto nivel entre sus Gobiernos.

El régimen dejó entonces de contestar a las llamadas de Seúl a través de la línea telefónica que sirve como enlace entre los dos países en la Aldea de la Tregua de Panmunjom, en la zona desmilitarizada.

Esta pasada semana las dos Coreas, que permanecen técnicamente en guerra dado que el conflicto que los enfrentó entre 1950 y 1953 concluyó con un alto el fuego y no un tratado de paz, reiniciaron el contacto telefónico y acordaron dialogar sobre el devenir de Kaesong.

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