La ofensiva ha comenzado en el extremo sur de la provincia de Deir Ezzor y aspira a lograr llegar hasta el punto en el que el río Éufrates cruza la frontera hacia Irak.
Mientras, el Frente Fatá al Sham, antiguo Frente Al Nusra, afín a Al Qaeda, ha anunciado su intención de seguir combatiendo a pesar del acuerdo de reducción de la tensión alcanzado en Kazajistán.
Aceptar este acuerdo supondría una "rendición" de los rebeldes. Lo que comienza como un alto el fuego terminará "restableciendo el control de Bashar al Assad en esas zonas".
Por ello, ha criticado a los representantes del Ejército Libre Sirio por participar en las negociaciones. "Nos tememos que llegará un día en el que esas facciones se alineen con los aviones de combate rusos y combatan a quienes rechazan a Al Assad y a su régimen", ha advertido.
El viernes Rusia, Irán y Turquía accedieron a deplegar observadores en la zona de reducción de tensión de Idlib, una región con fuerte presencia de las milicias yihadistas, incluida la coalición Tahrir al Sham en la que participa el Frente Fatá al Sham.
El acuerdo prevé el establecimiento de cuatro zonas de reducción de las hostilidades como la de Idlib repartidas por todo el país, inmerso en una sangrienta guerra que dura ya siete años. El alto el fuego en estas zonas está previsto inicialmente para seis meses, aunque son prorrgables.
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