Víctima de mina votó Sí a pacto con FARC, pero no cree en la paz en Colombia

Eugenio Serna perdió una pierna hace diez años en un campo minado por las FARC en Colombia, este domingo votó "Sí" al acuerdo entre esa guerrilla y el gobierno, pero no cree que la paz sea posible en el país mientras haya corrupción.

"Como sobreviviente, lo que quiero es que no haya más víctimas, que se amaine la confrontación, porque en realidad, la paz, eso no lo va a haber nunca", dijo a la AFP Serna, de 49 años, después de votar en el plebiscito sobre el acuerdo alcanzado tras casi cuatro años de negociaciones entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Juan Manuel Santos.

"Todos anhelamos la paz, lo que pasa es que directamente la paz la puede hacer solo nuestro señor Jesucristo, porque en este país en que estamos viviendo el gobierno tendría que acabar primero con todos los ladrones de cuello blanco para que haya paz", aseguró.

Desde muy temprano y mientras sus hijos y nietos pululaban a su alrededor, Serna se alistó para ir a su centro de votación, una escuela ubicada a unas cuantas cuadras de la humilde casa donde vive en Medellín, la segunda ciudad de Colombia.

El barrio de Moravia, en el que habita junto a su esposa y dos de sus tres hijos, de 12 y nueve años, ha recibido a miles de víctimas del conflicto armado colombiano, que durante más de medio siglo y con la participación de guerrilleros, paramilitares y agentes estatales ha dejado unos 260.000 muertos y 6,9 millones de desplazados.

Además de víctima de una mina, Serna y su familia sufrieron también el desarraigo del desplazamiento, pues debieron abandonar la localidad de Zaragoza, unos 300 km al noreste de Medellín, luego de que él sufriera el accidente.

"Yo era minero desde los siete años por Zaragoza y otras zonas de Antioquia, pero ya sin una pierna no pude seguir trabajando en eso, pues trabajaba con equipo pesado, con motobombas, dragas, en terrenos quebrados por los que ya no podía andar con una prótesis", contó este hombre, que se convirtió en productor y vendedor puerta a puerta de productos de limpieza.

El día del accidente, el 6 de abril de 2006, iba a cobrar un dinero que le debían y dice que solo se salvó porque Dios quiso y porque le acompañaba su cuñado, que pudo ir a buscar ayuda. Aun así y "con la pierna vuelta picadillo" tardó unas seis horas en llegar al hospital.

"Por la zona donde iba es zona roja, por ahí había guerrilla, paramilitares, y los guerrilleros de las FARC avisaron la semana antes a los vecinos que habían minado el camino, pero cuando yo subí no había nadie en las casas para advertirme", aseguró, detallando que al día siguiente murieron allí cuatro personas que trabajaban en desminado: dos militares y dos civiles.

Las minas que ellos pisaron estaban "envenenadas" con cianuro y por eso no pudieron salvarse, según supo Serna al día siguiente, cuando coincidió con ellos en el hospital.

Antioquia es el departamento colombiano con más afectados por minas, con 2.524, según datos de la gubernamental Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal.

En total, en Colombia ha habido 11.458 víctimas de minas antipersonales desde 1990, lo que lo convierte en el segundo país del mundo más afectado por estos artefactos después de Afganistán. De estas víctimas, 2.265 han muerto y 9.193 han resultado heridas, muchas de ellas amputadas, como Serna.

"A uno le da muy duro al principio, justo después del accidente, pero tomé la decisión de seguir adelante. Hoy voto para que otras personas se salven, para que las FARC entreguen las armas, para que las labores de desminado marchen mejor y haya un poquito más de tranquilidad", aseguró Serna.

También espera que el "gobierno le cumpla a las víctimas", unos ocho millones en todo el país, mientras espera una indemnización de unos 6.000 dólares como desplazado por la violencia.

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