Reinstalan dos torres de alta tensión destruidas por la guerrilla paraguaya

  • Autoridades reinstalaron hoy las dos torres de transmisión de electricidad que, según el Gobierno de Paraguay, fueron destruidas el mes pasado por el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), dejando sin luz a cientos de miles de personas de la zona norte del país.

Asunción, 17 ago.- Autoridades reinstalaron hoy las dos torres de transmisión de electricidad que, según el Gobierno de Paraguay, fueron destruidas el mes pasado por el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), dejando sin luz a cientos de miles de personas de la zona norte del país.

Las torres ubicadas a unos 300 kilómetros al norte de Asunción cerca de la ciudad de Horqueta, departamento de Concepción, cayeron tras una explosión, según la estatal Empresa Nacional de Electricidad (ANDE), un acto que el Gobierno de Horacio Cartes y la Policía lo atribuyen al EPP.

El suceso dejó sin energía eléctrica a unas 760.000 personas, de una población total de 6,7 millones de habitantes, en al menos tres departamentos de la región oriental y parte del Chaco, al tiempo que perjudicó a dos plantas de tratamiento de la empresa estatal de aguas (Essap).

Según la ANDE, fue el sabotaje de una línea crucial para el sistema eléctrico paraguayo porque alimenta a los departamentos de Concepción, Amambay, parte de San Pedro y también al Chaco.

La energía en la zona fue restituida al día siguiente del supuesto atentado con instalaciones provisionales que un mes y doce días más tarde fueron sustituidas por dos nuevas torres de alta tensión.

El EPP es una organización guerrillera formada por unos 20 miembros que se ocultan en zonas boscosas del norte de Paraguay, al que las autoridades atribuyen una treintena de fallecidos y varios secuestros de civiles, policías y militares en la última década.

El Ejército del Pueblo Paraguayo mantiene secuestrado al joven Arlan Fick desde el pasado 2 de abril, cuando fue raptado en la finca rural de su familia, en la localidad de Paso Tuyá, en el departamento norteño de Concepción, un municipio donde viven unas 75 familias, en su mayoría emigrantes brasileños dedicados a la agricultura.

Durante el secuestro se produjo un enfrentamiento armado entre la guerrilla y las fuerzas de seguridad del Estado que se saldó con la muerte de un militar y de dos miembros del EPP, mientras que el resto de la columna guerrillera escapó con el joven.

Al día siguiente el Gobierno declaró que los guerrilleros habían utilizado a Flick como "escudo humano" para protegerse en su retirada, con lo que apuntó que no fue un secuestro planificado.

Sin embargo, el padre del joven declaró a los medios que entregó medio millón de dólares a la guerrilla por la liberación de su hijo, una exigencia que le fue comunicada el mismo día del secuestro.

En el momento del pago, la guerrilla le puso también como condición para la liberación que entregara un CD con un vídeo propagandístico del grupo y repartiera alimentos por valor de 50.000 dólares en dos comunidades pobres, lo cual también cumplió.

Fick ha superado el tiempo en cautiverio del ganadero Fidel Zavala, quien fue secuestrado el 15 de octubre de 2009 y liberado 94 días después, tras el pago por parte de la familia de un rescate de 550.000 dólares.

La retención más larga atribuida a miembros del EPP fue la de Cecilia Cubas, hija del expresidente Raúl Cubas Grau, quien fue secuestrada en septiembre de 2004 y hallada sin vida en febrero de 2005.

La guerrilla, que tiene a algunos de sus integrantes presos y condenados, raptó también recientemente al policía Edelio Morínigo, de 24 años, según el Ministerio de Interior.

El agente Morínigo fue secuestrado el 5 de julio por hombres armados y vestidos de camuflaje cuando estaba de caza, según testificaron a la Fiscalía las siete personas que le acompañaban.

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