La población de Raqqa, ante la "terrible disyuntiva" de cruzar campos de minas o soportar los bombardeos

  • Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado este viernes la "terrible disyuntiva" a la que se enfrenta la población de Raqqa, capital siria del autoproclamado califato de Estado Islámico, que frente al recrudecimiento de la ofensiva se ve en la necesidad de decidir si permanecen bajo los bombardeos o huyen a través de campos de minas.
EUROPA PRESS

"Los padres tienen que tomar una decisión imposible", ha dicho el coordinador de emergencias de MSF, Puk Leenders, quien ha explicado que las familias "o se quedan en Raqqa sometiendo a sus hijos a una mayor violencia y a los ataques aéreos, o tratan de atravesar con ellos las primeras líneas de combate siendo conscientes de que tendrán que cruzar los campos de minas y pueden verse atrapados en el fuego cruzado". "La población es castigada si trata de huir y, por lo general, los residentes consiguen salir solo tras pagar enormes sobornos", ha denunciado Leenders.

"El camino hacia Ain Issa estaba lleno de minas", ha contado un hombre de 65 años procedente de Raqqa que tardó dos meses en salir de la ciudad y escapó junto a otras cinco familias. En el camino "resulté herido por un ataque aéreo y dos de los niños pisaron minas terrestres mientras huíamos en medio de la noche", ha relatado. Ambos resultaron heridos, uno de ellos de gravedad.

Una gran parte de las personas que se atreven a salir de Raqqa se dirigen a ciudades como Ain Issa, Manbij, Mahmoudli y Tal Abyad, todas ellas en un radio de 120 kilómetros al norte de la ciudad. Otros, sin embargo, se dirigen a una zonas desérticas, entre el sur de Siria y Jordania, donde la asistencia humanitaria es casi inexistente. Este no es el primer viaje que realizan muchos de los desplazados a lo largo de los seis años de guerra en Siria. Antes provenían de ciudades como Palmira o Deir Hafer.

Debido a la escasez de servicios sanitarios y a la existencia de abundantes zonas en las que se carece de ayuda humanitaria, la salud de los desplazados es vulnerable. En estos términos, salir de Raqqa supone un alto precio para las personas, que se ven perjudicadas también por las malas condiciones de vida en los campos de refugiados, a menudo improvisados, a los que llegan en busca de protección. Algunos de los que han huido de Raqqa se encuentran en campamentos de tránsito, otros descansan bajo la sombra de árboles a las afueras de ciudades como Manbij, Tal Abyad y Tabqa.

"Conduciendo a través de estas zonas, se pueden ver las tiendas y la gente diseminada aleatoriamente por todas partes, con el mínimo indispensable para sobrevivir", ha revelado Leenders, quien ha añadido que "la mayoría de los desplazados que vemos son agricultores así que, o se van con sus ovejas, sus medios de vida y sus pertenencias a cuestas, o escapan sin nada más que la ropa que llevan puesta".

Los equipos de MSF han establecido clínicas en los campos de refugiados y están trabajando en varios hospitales de Raqqa y sus alrededores. Los trabajadores humanitarios proporcionan atención médica de urgencia a los desplazados que escapan de Raqqa y otros lugares y administran vacunas a los niños para protegerlos contra enfermedades que se pueden evitar, reduciendo así la posibilidad de brotes o epidemias.

La semana pasada, los equipos de MSF vacunaron a 1.070 niños menores de cinco años, muchos de los cuales no habían sido inmunizados nunca. "La mayoría de las personas que vemos sufren diarrea aguda acuosa, infecciones respiratorias y problemas psicológicos a causa de la pérdida de seres queridos, de la exposición a eventos traumáticos y del miedo a morir en sucesos como de los que han sido testigos", ha declarado Leenders. La organización ha puesto en marcha unidades de estabilización médica cerca de las líneas de frente para mejorar las posibilidades de supervivencia de los heridos por los combates y remitirlos a hospitales respaldados por MSF que cuentan con atención traumatológica y quirúrgica.

MSF ha instado a todas las partes en conflicto y a sus aliados a que garanticen la protección de los civiles en Raqqa y aseguren que aquellos que huyen de la ciudad puedan llegar a sus destinos sin que sus vidas corran peligro. Además, ha solicitado a los países vecinos que faciliten la entrada de ayuda humanitaria en Siria, y ha reclamado que se lleven a cabo actividades de desminado en el norte del país. MSF también insta a las organizaciones internacionales a que intensifiquen la provisión de ayuda humanitaria para las personas que huyen de Raqqa.

Mostrar comentarios