Según la compañía, los indicadores de coyuntura económica de los últimos meses dan síntomas de una ralentización del crecimiento en la segunda mitad de año.
En concreto, destaca la desaceleración en la afiliación a la Seguridad Social que, tras cerrar el segundo trimestre en el 3,8% de crecimiento interanual, se sitúa en el 3,4% en agosto. Por su parte, el paro registrado, que venía reduciéndose a tasas cercanas al 11% interanual, lo hace ahora al 9%.
Asimismo, el PMI manufacturero encadena tres meses de registros decrecientes, hasta el 52,4 en agosto, y algunos de los últimos indicadores de confianza, especialmente en la industria, también muestran signos de "cierta debilidad", mientras que los registros de ventas minoristas muestran una desaceleración.
Afi también ha resaltado que el consumo de los hogares ha experimentado una pérdida gradual de peso en los últimos trimestres que está siendo compensada por la mayor aportación del sector exterior, lo que supone "una mayor dependencia del ciclo europeo", tanto por su impacto directo en el saldo exportador de la economía española como por su impacto indirecto en la inversión en equipo.
En este sentido, la compañía apunta que una normalización de las exportaciones, extraordinariamente elevadas en los primeros meses del año, "podría contribuir a moderar el crecimiento en la recta final del año".
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