La medida se implantó también para mantener las funcionalidades del aparcamiento en rotación y garantizar la disponibilidad de plazas para los vecinos residentes también durante este mes.
El Ayuntamiento señaló entonces que el hecho de que las plazas fueran gratuitas incentivaba el uso del transporte privado, especialmente por parte de personas de fuera de la ciudad, por lo que generaba una mayor dificultad para los residentes para aparcar cerca de sus viviendas.
Según las cuentas anuales de Barcelona de Serveis Municipals (B:SM), consultadas por Europa Press, en 2016 se registró un aumento del 6,2% de la recaudación en las zonas de aparcamiento regulado, alcanzando los 38,9 millones, teniendo también en cuenta que se instalaron más plazas de área verde en la ciudad --como 900 nuevas en La Sagrera preferentes para vecinos--.
Las mismas cuentas destacan un incremento de la ocupación de la zona verde de uso foránea, del 15,3% en 2106 respecto a 2015, año en que se recaudaron 36,6 millones de euros en total de las áreas de aparcamiento regulado.
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