Según ha informado la compañía catalana este miércoles en un comunicado, Applus ha adquirido las operaciones en Galicia y Costa Rica, las cuales se espera que tengan unos ingresos de 74 millones de euros en 2017.
En Galicia, la operación se gestiona a través de la compañía Supervisión y Control, que opera en exclusividad en la región mediante 25 estaciones y diez unidades móviles, con cerca de 500 empleados.
La concesión expira en diciembre de 2023 y puede ser renovada en periodos de cuatro años hasta el año 2037 de acuerdo con el contrato concesional.
En Costa Rica, la operación se gestiona a través de la participación de control del 55% del capital de la sociedad Riteve, fundada en 2002 y como proveedor exclusivo de los servicios de inspección de vehículos en el país, a través de 13 estaciones y cuatro unidades móviles con cerca de 400 empleados.
En este caso, la concesión actual vence en julio de 2022, y el porcentaje de participación efectivo en el capital de la sociedad será del 44%.
Los actuales propietarios, incluyendo el accionista minoritario en Costa Rica, permanecerán en el accionariado, "facilitando así la transición, continuidad y expansión del negocio".
El acuerdo incluye un mecanismo para la potencial compra del 20% restante de la compañía a partir de julio de 2022 sujeto a que se produzcan determinados eventos.
Applus e Inversiones Finisterre tuvieron una joint venture desde 1996 hasta 2004 para el desarrollo del mercado de inspección técnica de vehículos, y con esta adquisición, la compañía catalana incrementa su presencia en España y entra en Costa Rica.
Inversiones Finisterre también gestiona concesiones en Argentina, las cuales están en la fase final de ser vendidas a un tercero.
Actualmente, Applus opera 25 programas en nueve países, habiendo realizado 16 millones de inspecciones en 2016; esta adquisición, sumada a los tres nuevos programas que empezarán a operar en el corto plazo, elevará la cifra a 30 programas en 11 países.
FINANCIACIÓN
El grupo espera financiar la operación con una ampliación de capital con exclusión del derecho de suscripción preferente por un total del 10% del capital social, que se ejecutará mediante una colocación acelerada entre inversores institucionales.
Según el consejero delegado de Applus, Fernando Basabe, la compañía ha optado por financiar esta operación mediante una ampliación de capital ya que esto dará "la flexibilidad financiera para continuar realizando adquisiciones atractivas".
El cierre de la transacción está sujeto a los habituales permisos y autorizaciones necesarios en este tipo de operaciones y está previsto que tenga lugar antes de la finalización de 2017.
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