La marca recuerda que fue pionera en incorporar la tracción integral quattro a los turismos de producción y destaca la "notable ventaja" que le saca a sus competidores en este segmento.
Audi empezó a desarrollar en 1977 la idea de producir un coche de cuatro ruedas motrices, durante unos tests en Finlandia, donde el prototipo desarrollado por la marca sobre la base del todoterreno Iltis mostró sus grandes habilidades en terreno deslizante.
La marca que ocupa la segunda posición dentro de la clasificación de vehículos con tracción a la cuatro ruedas alcanzó unas ventas de 8.961 coches, es decir, 1.835 menos que la firma de Ingolstadt, mientras que el fabricante en tercera posición se queda en 8.632 unidades, lo que significa estar un 25,1% por debajo del líder.
Audi tiene versiones quattro en todas las familias que integran su gama, desde el pequeño A1 a la lujosa berlina A8, pasando por las variantes Q.
En el caso de los A8, R8, Q7 y la familia de modelos deportivos S y RS, que forman la cúspide de la numerosa oferta de productos Audi, la totalidad de las ventas va asociada a la tracción quattro, pues es la única que se monta en estos coches de altas prestaciones.
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