La cadena abandona el acrónimo de tres letras y la denominación Barcelona Televisió que permite "dejar atrás" dos palabras: Barcelona como territorio y la televisión en referencia al aparato, ha informado en una carta.
La emisora sostiene que la verbalización de la marca en minúsculas tiene también un razonamiento que "va más allá de un tema estético" y que comunica una marca natural, cercana y próxima.
La cadena señala que la mirada de betevé "se alinea con la realidad cotidiana de los ciudadanos, que se convierte en el eje central de un planteamiento de los contenidos más allá del territorio, el espacio, el soporte o el momento".
La nueva marca se verá a partir de este martes en la identidad sonora aplicada al 91.0 FM, la gráfica en las diferentes pantallas y soportes, y una web que permitirá proyectar mejor los contenidos y relacionarse con los ciudadanos.
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