El Banco de España eleva la previsión de crecimiento hasta el 3,1%

  • El Banco de España también apunta que ese crecimiento se moderara hasta el 2,5 % y el 2,2 % en 2018 y en 2019, respectivamente.

    En cuanto a la tasa de paro, prevé que se sitúe en el 16,5 % este año y baje al 14,7 % en 2018.

El Banco de España eleva la previsión de crecimiento hasta el 3,1%
El Banco de España eleva la previsión de crecimiento hasta el 3,1%
L.I.

El Banco de España ha revisado tres décimas al alza tanto la estimación de crecimiento del PIB en 2017 como en 2018, hasta el 3,1% y el 2,5%, respectivamente, debido a que la evolución reciente en el ámbito nacional e internacional es "más favorable" que la anticipada previamente. Para 2019, mantiene la previsión de crecimiento en el 2,2%.

El avance del PIB, destaca el Banco de España en sus proyecciones para la economía española en el periodo 2017-2019, continuará sustentándose en la demanda nacional, para la que, no obstante, se prevé una prolongación de la desaceleración observada en 2016. Por su parte, la demanda exterior neta continuaría ejerciendo una contribución positiva a lo largo del horizonte de proyección.

El Banco de España sustenta la revisión de sus previsiones en la mejora de las perspectivas de los mercados mundiales, los niveles más reducidos de los precios del petróleo y los menores tipos de interés.

Así, ve una prolongación de la fase de expansión de la economía española en el periodo 2017-2019 apoyada en tres factores: las ganancias de competitividad acumuladas desde el inicio de la crisis, el menor endeudamiento del sector privado y la persistencia de esas condiciones financieras favorables.

Las nuevas previsiones del Banco de España incorporan también el mantenimiento de ritmos elevados de creación de empleo, que se irán moderando conforme avance el periodo de proyección. Con todo, la tasa de paro se reducirá al 16,5% a finales de 2017, dos décimas menos que en la estimación anterior, y seguirá cayendo en 2018 (14,7%) y en 2019 (13,2%), siete décimas menos que las previsiones previas en ambos años.

El aumento de la ocupación permitirá descensos adicionales de la tasa de paro, cuyo nivel disminuiría hasta el entorno del 13 % a finales de 2019.

El avance del producto continuará sustentándose en la demanda nacional, para la que, no obstante, se prevé una prolongación de la desaceleración observada en 2016. Por su parte, la demanda exterior neta continuaría ejerciendo una contribución positiva a lo largo del horizonte de proyección.

En el ámbito de la inflación, tras el intenso repunte del índice de precios de consumo (IPC) a principios de 2017, se proyecta una ralentización en el resto del año, como resultado de la trayectoria a la baja del componente energético. Por el contrario, se proyecta una senda moderadamente ascendente de la inflación subyacente, a causa de una brecha de producción cada vez menos negativa.

Como resultado, se prevé un aumento del IPC del 2% en 2017, en términos de las medias anuales, e incrementos más moderados en adelante, del 1,3% en 2018 y del 1,6 % en 2019. En comparación con las proyecciones de marzo, la inflación general se revisa a la baja en dos décimas en 2017, debido a que la evolución reciente de los precios de consumo ha sido menos dinámica que la prevista entonces y a los menores precios del petróleo esperados según los mercados de futuros.

El proteccionismo comercial, el posible endurecimiento de las condiciones financieras globales y la incertidumbre asociada al proceso de salida del Reino Unido de la UE son las mayores incertidumbres exteriores de cara al crecimiento.

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