La junta de CaixaBank aprueba el orden del día con reproches de minoritarios a la permuta con Criteria

EUROPA PRESS

Por este acuerdo, CaixaBank se obliga a entregar a Criteria el 17,24% de BEA y el 9,01% de GFI, y Criteria se obliga, por su parte, a entregar a CaixaBank el 9,9% de acciones propias de CaixaBank titularidad de Criteria y 642 millones de euros en efectivo; precisamente la junta ha aprobado amortizar este 9,9% del capital cuando se ejecute la permuta.

Así, la junta ha dado luz verde a una reducción de capital de 584,8 millones de euros mediante la amortización de acciones propias de CaixaBank, de un euro de valor nominal cada una, con cargo a reservas de libre disposición de la compañía, pero entidades nacionales e internacionales de inversores y diversos accionistas minoritarios creen que la propia operación de permuta debería haber sido sometida a votación en la junta para decidir sobre su aceptación.

Han reprochado que CaixaBank podría haber obtenido un precio mucho mayor al pactado con Criteria si hubiese vendido estas participaciones financieras en los mercados, por lo que la transmisión de este paquete accionarial en las actuales circunstancias significaría "un grave perjuicio para los accionistas minoritarios, mientras que para Criteria supondría un beneficio muy significativo".

El presidente de CaixaBank, Isidre Fainé, ha explicado que la permuta permitirá mayor 'free fload' y un cambio de perímetro que se traducirá en mayor claridad en la información a la comunidad inversora sobre Criteria y CaixaBank, lo que ha refrendado el consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, que ha incidido en que, tras esta transacción, CaixaBank mantiene sus relaciones estratégicas con BEA y GFI, a la vez que reduce su peso de las participadas por debajo del 10% --como se marcaba en el plan estratégico actual--, hasta alrededor del 8%, lo que reduce riesgos y refuerza la solvencia de CaixaBank.

El secretario del consejo, Alejandro García-Bragado, ha añadido que la permuta fue aprobada por el consejo de administración, y no por la junta de accionistas, porque es competente para ello, y ha explicado que la decisión se tomó en dos reuniones separadas en el tiempo para dar margen a los consejeros para analizar todos los datos --con expertos a su disposición y dos informes de bancos de inversión que valoraban el precio como adecuado--, y en las que no participaron los miembros del consejo afectados por un posible conflicto de intereses.

CAMBIOS EN EL CONSEJO

La junta de este jueves ha dado el visto bueno a fijar el número de miembros del consejo de administración en 18, uno menos que el año pasado, ya que en diciembre renunció a su condición de vocal el vicepresidente de Bank of East Asia, Arthur K.C. Li, abandonando el consejo, del que formaba parte desde noviembre de 2014, y no se ha dado continuidad a su plaza.

Los accionistas también han aprobado el nombramiento para el consejo de la Fundación Cajasol, así como el nombramiento de la consejera delegada de Natura Bissé, María Verónica Fisas Vergés, como consejera independiente para cubrir la vacante producida por el fallecimiento en julio del consejero dominical Leopoldo Rodés.

Fainé ha querido empezar su discurso en la junta teniendo unas palabras de recuerdo y agradecimiento para Rodés, de quien ha destacado "sus conocimientos, su saber hacer y sobre todo su persona", y ha destacado no solo su compromiso con el grupo La Caixa, sino su papel fundamental para que Barcelona fuese olímpica en 1992, afirmando que fue un verdadero representante ejemplar de la sociedad civil.

Fainé también ha agradecido la contribución de Li, en especial por sus aportaciones a partir de su conocimiento del sector financiero asiático, como representante de la entidad participada por CaixaBank y con sede en Hong Kong.

REIVINDICACIÓN SINDICAL

Coincidiendo con la celebración de la junta, más de una cincuentena de trabajadores de diversos sindicatos se han concentrado a la entrada para reivindicar la firma del convenio del ahorro --que rige a las antiguas cajas de ahorros--, tras casi un año y medio de negociaciones sin acuerdo, y para rechazar nuevos procesos de cierre de sucursales y despidos de trabajadores en el sector financiero español.

Las principales diferencias en la negociación se refieren a salarios, carrera profesional, jornada partida, movilidad geográfica y reconocimiento de la antigüedad de los empleados, y las concentraciones sindicales se suceden desde hace meses para desbloquear el proceso.

En el turno de intervenciones en la junta, representantes de los sindicatos han anunciado su voto contrario a las remuneraciones del consejo y de directivos, precisamente por los planteamientos de rebaja salarial en la negociación del convenio, así como por cuestiones de imagen pública en el contexto de crisis.

Fainé ha respondido que los sindicatos deben tener en cuenta que la banca ha pasado una crisis financiera, con miles de millones de provisiones; que un tercio de los empleados del sector han pedido su empleo, y que su voluntad es que no sean más, por lo que ha pedido "racionalidad", aunque ha reconocido que hay déficit de plantillas en algunas zonas de actuación de CaixaBank, y que el trabajo se ha multiplicado por las mayores exigencias regulatorias y el elevado número de clientes.

DEFENSA DE REPSOL

Tras la intervención de un accionista exponiendo sus temores sobre el riesgo de la participación en Repsol, que incurrió en pérdidas millonarias en 2015 por la caída del precio del petróleo, Gortázar ha expuesto que Repsol está haciendo esfuerzos para adaptar su estructura a los actuales precios del petróleo y "está en una senda de recuperación".

"No considero que sea en absoluto un problema o una amenaza", ha ratificado, y ha hecho referencia a que CaixaBank tiene unos ratios de solvencia de los más elevados de la banca española, por lo que tiene margen para afrontar imprevistos.

DIVIDENDO

La junta también ha aprobado aumentar capital en la cifra que sea necesaria para retribuir a los accionistas mediante dividendos, y en su intervención en la junta, Fainé ha repasado que la entidad mantiene el objetivo de repartir dividendos anuales --en pagos trimestrales-- equivalentes al 50% o más del beneficio neto consolidado, y que este 2016 abonará tres dividendos en efectivo y uno flexible --a elegir entre efectivo y acciones--.

Respecto a la cotización de CaixaBank, ha considerado que las dudas sobre la recuperación económica, los tipos de interés ultrabajos y las incertidumbres regulatorias, en sus palabras, han castigado las bolsas, pero que el actual precio de cotización de CaixaBank tiene "un elevado recorrido de revalorización".

Preguntado por un accionista por los reducidos tipos de interés ofrecidos actualmente a los clientes ahorradores, Fainé ha expuesto: "No trabajamos gratis, el interés baja cuando baja el coste del dinero, y sube cuando sube el coste del dinero", y ha destacado que, pese a ello, se mantiene el dividendo a los accionistas.

DECLARACIÓN BANCARIA CONTRA LA INDEPENDENCIA

Dos accionistas que han tomado la palabra en la junta han aprovechado para reprobar el comunicado publicado por las patronales de la banca española --donde se incluye CaixaBank-- a mediados de septiembre alertando de los riesgos económicos de la independencia de Catalunya poco antes de las elecciones autonómicas catalanas del 27 de septiembre.

Fainé ha insistido en su mensaje de necesidad de diálogo entre las administraciones catalana y central, y ha recalcado que CaixaBank siempre estará del lado de la defensa del ahorrador, para el que un escenario de salida del euro sería muy perjudicial.

Mostrar comentarios