La película que debería ver Trump para entender el calentamiento global

  • El 78% de la energía que consumen los norteamericanos procede de fuentes fósiles, esto es, gas, carbón y petróleo. Solo el 12% es de energías renovables, y el 10% de energía nuclear.

    EEUU es el segundo emisor del mundo de gases efecto invernadero, uno de los mayores productores de basura, y el mayor consumidor de energía. Su retirada pone en peligro a la humanidad.

La película de ciencia ficción que debería ver Trump para entender el calentamiento global
La película de ciencia ficción que debería ver Trump para entender el calentamiento global
Carlos Salas

En 1973 se estrenó una película de ciencia ficción que se adelantó a su tiempo. Se llamaba ‘Soylent Green’ pero en muchos países de habla hispana se puso un título mucho mejor: ‘Cuando el destino nos alcance’. Estaba protagonizada por Charlton Heston, quien trataba de sobrevivir en un mundo futuro asqueroso que, debido a la industrialización, vivía respirando un aire contaminado y sufría el calentamiento global.

No es ciencia ficción. El destino nos alcanzará de esa forma si no atendemos a las señales: la temperatura está subiendo, el calentamiento global es una realidad, la contaminación es una de las grandes amenazas y la hiper industrialización es la madre de nuestros males.

Desde hace muchos años, las naciones más avanzadas del mundo se reúnen periódicamente para firmar protocolos y evitar que ese destino les alcance. El último se firmó en París en diciembre de 2015. Consistía en evitar que la temperatura global no llegara a subir más de dos grados, tomando como referencia los niveles preindustriales; limitar los gases de efecto invernadero y ayudar a los países pobre a cambiar sus industrias contaminantes.

Unos 195 países firmaron el acuerdo, que entraría en vigor en 2020. Pero ahora, Estados Unidos se retira porque el presidente Trump piensa que todo eso de París no es sino una conspiración para cargarse la industria americana del carbón y otras destacadas.

EEUU es el segundo emisor del mundo de gases efecto invernadero, uno de los mayores productores de basura, y el mayor consumidor de energía. Su retirada pone en peligro a la humanidad. Estos son los datos: El 78% de la energía que consumen los norteamericanos procede de fuentes fósiles, esto es, gas, carbón y petróleo. Solo el 12% es de energías renovables, y el 10% de energía nuclear. Estos datos proceden del departamento de Energía de EEUU y se refieren a 2016.

Dado que el carbón aporta el 17% de lo que se consume, se entiende que esa industria debe reducir su peso, porque es muy contaminante. En Europa se han cerrado minas de carbón, y el año que viene se acaban las ayudas para cerrar las que quedan. A partir de ahí, las restantes minas cerrarán porque no serán rentables.En EEUU trabaja más gente en museos que en el carbón

En España hemos pasado de 21.000 mineros a 3.800 en unos veinte años. ¿Y en Estados Unidos? Según la Oficina del Censo, en el carbón trabajaban 76.572 personas en 2014, último año censado. Para saber si es mucho o poco, lo mejor es compararlo con otros sectores: en el mundo de los museos de EEUU trabaja más gente que en el mundo de las minas del carbón, según un reportaje de The Washington Post. No es un sector estratégico como ha hecho creer Trump.

Lo que pasa es que los mineros del carbón son un sector romántico. No porque el trabajo sea una belleza, sino porque encierra la leyenda de seres esforzados que bajan al subsuelo a ganarse el pan de la vida, lo cual es cierto. Los mineros del carbón en todo el mundo han gozado desde siempre de simpatía, porque cerrar una mina es como cerrar una parte del corazón de cada uno

Trump juega con eso cuando dice que a él no la van a imponer ninguna norma que dañe a los trabajadores norteamericanos. No solo a los mineros, sino a muchos más trabajadores. Según Trump, el Acuerdo de París podría cargarse 2,7 millones de empleos americanos de aquí a 2025.

Sin embargo, hay empresarios destacados que no están de acuerdo. Elon Musk, el visionario fundador de los coches eléctricos Tesla, ha dicho que la decisión de Trump va a impedir el crecimiento de empleos en el mundo de las energías renovables. Tesla, como se sabe, está construyendo la mayor fábrica del mundo en Nevada, de donde saldrán millones de baterías para coches eléctricos de todo el mundo. Coches no contaminantes. Su sueño es un mundo basado en baterías y en la energía solar. Pero parece que el de Trump es un mundo basado en el carbón, el gas, el petróleo, y en trabajos que contaminan.

¿Cómo acabará esto? Trump ha dicho que se retira del acuerdo para negociar. ¿Negociar? Los líderes mundiales, especialmente los europeos, han dicho que no se negocia nada. El acuerdo es claro: limitar el calentamiento global, y sustituir energías fósiles por renovables a cualquier precio. En el 2050 la energía eléctrica de los países europeos debería ser enteramente renovable.

Pero si Trump sigue con su sueño lleno de rostros tiznados de carbón, solo va a lograr que su país se parezca más y más a las escenas de ‘Cuando el destino nos alcance’: un país lleno de humo, basura y aire irrespirable. El problema es que la contaminación no conoce fronteras, y la basura que emitan allí, llegará aquí tarde o temprano. El destino nos alcanzará también a nosotros.

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