Julia Castillo, de 29 años, se marchó a Brighton (Reino Unido) hace cuatro años. En España, donde se había licenciado en Filosofía, no encontraba empleo de ningún tipo tampoco veía posibilidad de encontrarlo a corto plazo. A los tres meses de llegar al Reino Unido logró un empleo en una importante editorial y casi tres años después sigue trabajando en la misma empresa, donde incluso ha mejorado su situación laboral y su salario.
La decisión de Julia de dejar su país para conseguir un empleo y una vida mejor ha sido una constante durante la crisis, un periodo en el que la falta de oportunidades laborales ha empujado a muchos, especialmente jóvenes, a la emigración.
Las cifras dejan clara esta circunstancia. En enero de 2012 nuestro país llego a tener 46.818.216 habitantes; en enero de 2016 y solo cuatro años más tarde la cifra se ha reducido a 46.438.422, casi 380.00 personas menos. Sólo en el año 2015, emigraron casi 100.000 personas, la cifra más alta desde el inicio de la crisis.
Desde 2008 se han marchado ya medio millón de españoles -525.938- y han regresado 305.417
La falta de oportunidades laborales ha empujado a muchos españoles a la emigración o a retornar a los países de origen en el caso de los nacionalizados.
Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 64% de las personas con nacionalidad española que emigró al extranjero durante 2015 había nacido en España y el resto, en otro país. Reino Unido fue el principal destino de los españoles que optaron por marcharse a otro país: 12.263 establecieron su residencia allí.
Le siguen Francia (9.892), Alemania (9.536), EEUU (9.196), Ecuador (7.885) y Suiza (4.733). En el caso de Ecuador, la mayoría de los que se marcharon, pese a tener nacionalidad española, habían nacido a ese país.
Por edades, la emigración de españoles se concentró en los grupos de 25 a 44 años. También destacó en el grupo de cinco a nueve años.
Los españoles se siguen marchando de España pero el saldo migratorio de extranjeros se ha vuelto positivo. Es el primer año que ocurre desde 2010. Esto significa que los extranjeros que vinieron durante el año pasado (291.387) son más numerosos que los extranjeros que se marcharon (253.069). En total 38.317, lo que supone un incremento del 169% respecto al año anterior.
El saldo migratorio total con el exterior aumentó durante 2015, aunque continúa siendo negativo, hasta situarse en –8.389 personas. Esto fue debido a que 343.614 personas procedentes del extranjero establecieron su residencia en nuestro país, mientras que 352.003 personas abandonaron España con destino al extranjero. En términos relativos, entre 2015 y 2014 la inmigración aumentó un 12,5%, mientras que la emigración experimentó un descenso del 12,1%.
Caída de población
Las estadísticas del INE a 1 de enero de 2016, muestran además, que la población descendió por cuarto año consecutivo. En 2015 el número de residentes se redujo en 11.142 habitantes. En España viven 46.438.442 de personas. Las razones: en 2015 murieron más españoles de los que nacieron y hubo un saldo migratorio negativo de 8.389 personas.
Castilla y León fue la comunidad que más población perdió. Entre las que más crecieron también está la Comunidad de Madrid y Canarias.
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