El Congreso proclama a Rodrigo Duterte como presidente de Filipinas

Reuters/EP

Duterte, alcalde de la ciudad de Davao en el sur, ha basado su campaña principalmente en la lucha contra el crimen y ahora se enfrenta a la difícil tarea de arreglar las infraestructuras, crear puestos de trabajo y sacar de la pobreza a más de un cuarto de la población del país, con un total de cien millones de habitantes.

"Por la presente declaro a Rodrigo Rosa Duterte y a María Leonor Gerona Robredo debidamente elegidos como presidente y vicepresidenta de la República de Filipinas", han señalado el senador Franklin Drilon y el congresista Feliciano Belmont durante una sesión conjunta en el Congreso.

Robredo, aliada de Aquino, venció al hijo del último dictador filipino, Ferdinand Romualdez Marcos, en la candidatura a la Vicepresidencia del país.

Duterte, de 71 años, se encontraba este lunes en Davao y ha sido declarado como presidente sin haber asistido a la ceremonia de proclamación.

El mandatario ganó las elecciones con cerca de un 40 por ciento de los votos a favor de los 44 millones de votantes, debido a su éxito en la lucha contra el crimen en Davao, a pesar de que sus políticas han sido cuestionados por grupos defensores de los Derechos Humanos.

El presidente electo ha sido criticado por permitir en su ciudad una oleada de asesinatos llevados a cabo por miembros de patrullas ciudadanas y sus detractores temen que esta situación se traslade a nivel nacional con su llegada a la jefatura del Estado. Duterte ha negado que hubiera ordenado estos delitos pero no los ha condenado.

CONTINUARÁ LAS POLÍTICAS ECONÓMICAS DE AQUINO

Duterte ha señalado que continuará con las políticas económicas de su predecesor, enfocadas en las infraestructuras y en la eficiencia fiscal, para tratar de elevar el crecimiento económico al 7 u 8 por ciento.

El crecimiento se ha mantenido en el entorno del 6 por ciento anual durante el mandato del presidente Aquino pero esta tendencia no se ha traducido en la creación de puestos de trabajo ni en mejoras en la vida de los filipinos.

Entre sus nombramientos, Duterte ha anunciado que Ernesto Pernia, profesor de Economía de la Universidad de Filipinas, será el ministro de Planificación Económica y que el extitular de Agricultura Carlos Dominguez asumirá la cartea de Finanzas. El presidente anunciará su nuevo gabinete este martes.

El presidente también hereda las disputas territoriales con China en relación al mar de China Meridional, pero ya ha manifestado su deseo de mejorar las relaciones entre ambos países. Para ello ofrecerá a China invertir en el país y dejar de lado los asuntos de soberanía, si bien ha señalado que no abandonará sus reclamaciones territoriales.

Duterte también ha dicho que buscará la paz con las guerrillas marxistas e incluso ha ofrecido a sus líderes tener un papel en el Gobierno.

El presidente ha declarado que quiere una distribución del poder aún mayor y ha pedido al Congreso que revise la Constitución de 1987 para permitir un sistema de gobierno más federal que integre a los musulmanes rebeldes del sur del país.

La confrontación ha surgido con la Iglesia católica, que tiene gran influencia en el país, después de que Duterte insultara a los obispos y abogara por imponer una política para prohibir que se tengan más de tres hijos.

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