EL DEFENSOR DEL PUEBLO PIDE UN “CONTROL ESTRICTO” DEL RUIDO DE BARES Y RESTAURANTES

Las molestias que sufren los vecinos por el ruido de bares y restaurantes con sus terrazas, así como de discotecas, copan numerosas quejas recibidas por el Defensor del Pueblo, que insta a los ayuntamientos a ejercer un “control estricto”, agilizar la tramitación de acciones y adoptar medidas urgentes provisionales en estos casos.
Así lo recoge en su Informe Anual correspondiente a 2016, presentado esta mañana en el Congreso de los Diputados por la defensora del Pueblo, Soledad Becerril, quien hará ese mismo trámite esta tarde en el Senado.
El informe indica que, dentro del capítulo de contaminación acústica, las quejas recibidas el año pasado por el Defensor del Pueblo sobre el ruido de estos locales de hostelería fueron las más frecuentes y las que se caracterizan por “una lenta actuación” de la Administración.
“Las administraciones inician muchos procedimientos contra los locales infractores, pero si no cesa la contaminación acústiva el problema no se soluciona y la resolución no es efectiva. Ante lo anterior, parece necesario que la Administración agilice la tramitación de estos casos y adopte medidas urgentes provisionales, con una mejor coordinación entre los departamentos que ostentan competencias en materia ambiental y urbanística”, apunta.
En este sentido, el Defensor del Pueblo insta a los ayuntamientos a que “ejerzan de manera efectiva sus competencias” controlando el cumplimiento de las licencias otorgadas en sus distintas modalidades (no sólo en lo relativo al ruido, sino también en el aforo o el cumplimiento de los horarios de apertura y cierre) y asumiendo un “control estricto” del ruido al comprobar que el local, aunque tenga una licencia, no causa molestias a los vecinos.
Además, el Defensor del Pueblo recibió el año pasado quejas por ruidos de locales de reunión para jóvenes que no disponen de insonorización o aislamiento acústico suficiente y no reúnen en ocasiones las condiciones básicas de habitabilidad.
La institución dirigida por Becerril también sugirió “reiteradamente” a los ayuntamientos que hagan “una buena planificación” ante las fiestas patronales para reducir el ruido en las viviendas más próximas al recinto ferial, las atracciones o los escenarios de las actuaciones, “con el fin de que coexista la festividad con el derecho al descanso de los vecinos”.