Dijsselbloem se muestra a favor de ampliar la eurozona pero de una forma "gradual" y sin forzar

  • Moscovici dice tener características que "muy pocos tienen" para ser 'superministro' pero añade que no es una "cuestión personal"
EUROPA PRESS

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, se ha mostrado favorable este viernes a ampliar el número de países que forman parte de la eurozona, aunque ha señalado que debe ser un proceso "gradual" y no forzado que respete la voluntad de los Estados y sus electores.

"Creo que será un proceso gradual, dependiendo mucho por supuesto de los acontecimientos en algunos de los futuros países de la eurozona y de la voluntad de estos países y sus electores de convertirse en un Estado miembro del euro", ha afirmado a su llegada a la reunión informa de ministros de Economía y Finanzas de la eurozona en Tallin (Estonia)

"Creo que será un proceso natural. No creo que podamos forzarlo a una velocidad mayor pero creo que continuará y creo que es un buen proceso", ha añadido, tras ser preguntado por las palabras del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que el miércoles defendió la idea de facilitar la entrada en la eurozona de los países de la UE que no forman parte de ella.

El ministro de Finanzas holandés ha subrayado además que a medida que la situación económica de la zona euro vaya mejorando será un "argumento de peso" para que otros países se unan. "Creo que es el enfoque que debemos tomas: si la eurozona o la unión bancaria funcionan estoy seguro de que más países querrán unirse", ha dicho.

En la misma línea, el ministro de Finanzas de Malta, Edward Scicluna, ha abierto la puerta a la entrada de nuevos países al club del euro, pero ha recordado que deberían pasar por los mismos procesos que pasaron el resto de miembros, "ni más ni menos". "Es por su bien, para estar bien preparados para unirse al Eurogrupo", ha destacado.

También se ha pronunciado en el mismo sentido el ministro de Finanzas Estonio, Toomas Toniste, quien ha destacado que el euro es "una historia de éxito" y que "si todos siguen las reglas no hay nada contra expandir la eurozona".

Por otro lado, el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, ha afirmado que ampliar la zona euro "por supuesto es posible" pero ha remarcado que "el desafío más importante es reforzar la eurozona" y tener más integración.

"Una ampliación por supuesto que es posible, pero si queremos que tenga éxito necesitamos más refuerzo y más integración dentro de la eurozona", ha explicado.

Preguntado por esta cuestión, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, ha señalado que "no debe haber malentendidos" y ha apuntado que Juncker dijo que el euro "no es un club cerrado" sino un "espacio inclusivo".

"Aquellos que quieran unirse deben ser bienvenidos si cumplen los criterios y si es su deseo. Para eso, podemos aportar algunas herramientas que ayuden a prepararse", ha indicado el francés, para después insistir en que no debe forzarse a ningún país a unirse a la moneda única, aunque ha dicho que si se aprueban todas las propuestas anunciadas por Juncker muchos países querrán sumarse.

'SUPERMINISTRO' DE ECONOMÍA

Precisamente, una de las propuestas lanzadas por el jefe del Ejecutivo comunitario fue la creación de un 'superministro' de Economía que actuase tanto como vicepresidente de la Comisión Europea como de presidente del Eurogrupo.

Preguntado por si es su deseo ocupar este cargo, Moscovici ha dicho que no es una "cuestión personal", pero ha subrayado que tiene "características que muy pocos tienen" para este cargo, porque ya fue ministro de Finanzas en Francia y ahora es comisario.

En cualquier caso, ha reiterado la necesidad de que el Eurogrupo tenga una rendición de cuentas más democrática porque toma "decisiones importantes que cambian el destino de los Estados miembros y tienen consecuencias para millones de personas".

Con respecto a esta cuestión, Dijsselbloem ha dicho que este 'superministro' de Economía es un título que no le dice "mucho sobre la sustancia", como por ejemplo cuáles serán sus responsabilidades o qué instrumentos tendría.

Por eso, ha abogado por empezar "por el otro lado". "En lugar de tener un debate sobre el lado institucional, debemos tenerlo sobre lo que falta en la unión económica y monetaria en términos de resistencia, competitividad o solidaridad. Creo que debemos empezar por el problema y terminar con el debate institucional", ha asegurado.

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