Dynatrace facturó un 30% más en España en su último ejercicio fiscal, por encima de la media del grupo

Dynatrace también elevó sus clientes un 20% en España el pasado ejercicio, tras incorporar nuevos como Bankinter o la DGT, y actualmente ya presta servicio a 93 grandes cuentas en los sectores de finanzas, seguros, comercio minorista, turismo y telecomunicaciones.

En esta línea, el responsable de Dynatrace en España, José Matias, ha remarcado que para el ejercicio que comenzó el pasado 1 de abril esperan un crecimiento de las ventas en torno al 20% y lograr incrementar un 30% de su cartera de clientes.

A nivel global, Dynatrace cerró su último ejercicio fiscal con unos ingresos de más de 430 millones de dólares (383 millones de euros), alrededor de un 15% más, y espera alcanzar los 1.000 millones de dólares (894 millones de euros) en tres o cinco años gracias al rápido avance de la tecnología.

La compañía destaca el potencial de negocio que existe en el mercado del monitoreo del rendimiento de aplicaciones (APM por sus siglas en inglés), que crece a un ritmo interanual de casi el 11% y genera un volumen de negocio anual de 2.800 millones de dólares (2.493 millones de euros).

Respecto al número de clientes, Dynatrace cuenta con más de 8.000 a nivel mundial, entre los que se encuentran algunas de las firmas de comercio electrónico mas grandes del mundo, como Amazon, Dell o Macys'.

El vicepresidente de Dynatrace para el Sur de Europa, Antonio García, ha asegurado que con estas cifras son líderes en su mercado, ya que tienen una cuota del 14%, más del doble que el 6% o 7% que registra su principal competidor (New Relic).

Asimismo, García ha destacado la relevancia que tiene Europa para la empresa, con los países del Sur liderando el crecimiento de los ingresos en la región, ya que la compañía factura en Estados un 60% más que en el Viejo Continente, cuando en otras organizaciones suele ser el doble.

Por su parte, Matías ha remarcado que el gran crecimiento en la demanda de soluciones para gestionar el rendimiento de las aplicaciones se debe a la dependencia que actualmente tienen los negocios del buen funcionamiento de sus aplicaciones y, sobre todo, por la "tremenda presión" que ejercen los clientes sobre sus proveedores en interacción digital.

García ha remarcado además que casos como el reciente de British Airways o el de Delta hace unos meses, en los que un fallo informático provoca pérdidas millonarias, ponen de relieve la necesidad de contar con soluciones que vigilen el rendimiento de las aplicaciones, pero ha añadido que "desgraciadamente" todavía hay demasiadas empresas que se interesan por ello solo cuando hay un problema gordo.