"La mejora es atribuible al efecto extraordinario positivo no recurrente del acuerdo con Gazprom para ajustar los términos de los contratos de suministro a largo plazo de gas", dijo la empresa, que considera que "sin este efecto" sus resultados habrían quedado ligeramente por debajo de los del mismo trimestre de 2015.
Las ventas de electricidad de E.ON disminuyeron un 3% interanual, mientras que las de gas subieron un 16%. De este modo, la facturación de la alemana bajó un 12,4%, hasta 27.135 millones de euros.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la 'utility' germana entre enero y marzo alcanzó los 3.071 millones de euros, un 8% más, mientras que el beneficio subyacente, que excluye el impacto de factores extraordinarios, aumentó un 29,7%, hasta 1.314 millones de euros.
Por otro lado, la deuda neta de E.ON experimentó un descenso del 4%, hasta situarse en 26.580 millones.
E.ON buscará en su junta general de accionistas del próximo 8 de junio obtener el permiso de sus accionistas para llevar a cabo la segregación de su actividad, agrupando el negocio tradicionales en una nueva compañía denominada Uniper, que podría cotizar en Bolsa en la segunda mitad de 2016.
"Tengo mucha confianza en que tendremos éxito en la preparación del camino para la salida a Bolsa de Uniper en la segunda mitad de 2016", declaró Michael Sen, director financiero de E.ON.
Por otro lado, la compañía ha revisado sus expectativas tras el acuerdo con Gazprom y ahora espera alcanzar un Ebitda de entre 6.400 y 6.900 millones de euros, mientras su beneficio subyacente oscilará entre 1.500 y 1.900 millones de euros.
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