Más de 1,4 millones de personas trabajan ya para proveedores de Inditex en Asia

Mapa de los proveedores de Inditex.
Mapa de los proveedores de Inditex.

Inditex realiza cada año una fotografía a su modelo de producción. No tiene, prácticamente, fábricas propias. Tan sólo una decena y en España, en torno a su sede de Arteixo. Casi la totalidad de su producción la contrata a proveedores externos. La mayoría, en Asia. Allí, en sólo seis países, sus fabricantes suman más de 1,45 millones de trabajadores, según la memoria del ejercicio 2016 que acaba de publicar la dueña de Zara. Como comparación, sería como si la mitad de la población de Madrid trabajara para la empresa gallega.

Esa fotografía desvela que, al cierre del ejercicio, que concluye cada 31 de enero, Inditex contaba con una cartera de 1.805 proveedores en 53 países, que no tienen que trabajar en exclusividad para la empresa fundada por Amancio Ortega. Son 80 fabricantes más que un año antes. Y eleva el número de fábricas con las que trabaja: 6.959, un 10% más. La mayoría, casi 4.300, se dedican a la confección de prendas.

Es la imagen general, porque la empresa no desvela qué artículos produce en cada país ni cómo va evolucionando ese reparto con el paso del tiempo. Sí apunta, en cambio, que sólo considera proveedores a aquellos que le fabrican más de 20.000 unidades al año de ropa, calzado o complementos. Son la inmensa mayoría, porque los que producen menos sólo representan el 0,29% de su producción.

Y, en la información que da por países, se refiere al concepto clúster. Es decir, a las agrupaciones de proveedores por mercados en áreas geográficas que considera estratégicas. Tiene 12, uno más que hace un año, tras incluir Pakistán. En total, suma doce clústers: España, Portugal, Marruecos, Turquía, India, Bangladés, Vietnam, China, Camboya, Brasil, Argentina y Pakistán.Asia, región clave

Esa radiografía de su esquema de producción detalla que la mitad de sus clústers están concentrados en los seis países asiáticos, que suman los citados 1,45 millones de empleados contratados por 670 proveedores durante el ejercicio. En total, esos seis mercados suman 2.676 fábricas, entre confección y otros procesos (tejido, corte, tintado, lavado, estampación y acabado de prendas).

Si se entra al detalle, hay datos relevantes. Por ejemplo, el país donde sus proveedores tienen más empleados es Bangladés. Roza los 480.000 trabajadores y la cifra va creciendo porque es un 24% superior a la de 2015. En cambio, China es el país donde tiene más proveedores, 393 (los aumenta un 15%); y donde suma más fábricas, supera las 1.650. En cambio, en Vietnam sólo cuenta con cuatro proveedores (que suman 134 factorías y 152.000 empleados); y en Camboya tiene un fabricante contratado con casi un centenar de centros de producción y más de 126.000 trabajadores.

Las cifras de producción en España de la dueña de Massimo Dutti, Bershka o Pull & Bear se quedan pequeñas comparadas con las de los países asiáticos. Aquí ha recortado el número de proveedores con los que trabaja, pero tienen más fábricas y sus plantillas crecen. Al cierre de 2016, Inditex trabajaba con 208 proveedores en su país de origen (ocho menos que un año antes), que ‘tejían’ en 466 fábricas (un 21% más) y alcanzaban los 10.298 trabajadores (repuntan más de un 23%).

Sobre los 1.805 proveedores totales que menciona en su memoria realiza auditorías, para comprobar si cumplen o no sus códigos de conducta. En total, el pasado año realizó 10.883 informes, 94 menos que a lo largo de 2015. Clasifica esas auditorías en relación con la fase de producción: antes de asignar un contrato, sociales (si respetan los derechos laborales), especiales (sobre temas específicos como salud y seguridad de los trabajadores) y de trazabilidad. Durante el año, descartó 41 proveedores por incumplimiento de su código de conducta. Además, apunta que 694 fabricantes lo cumplieron en su totalidad y la mitad (917) incumplieron algún aspecto de ese manual de comportamiento ético.

Al margen de la producción, Inditex indica en su memoria de 2016 cuánto destina inversión en programas sociales. En total, 39,4 millones de euros. De ellos, 10,6 millones los destinó a ayuda humanitaria, 15,7 millones a proyectos vinculados a bienestar social y 6,3 millones a educación.

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