El proyecto, impulsado por Fundación Orange, está desarrollado por CTIC Centro Tecnológico, en colaboración con el Grupo de Investigación sobre Discapacidad (GID) de la Universidad de Oviedo y con la doctora en Psicología Pilar C. Zardaín. Mediante una webcam o cámara integrada, EmoPLAY permite entrenar el reconocimiento de varias emociones a través de las expresiones faciales.
Tras una elección previa de la emoción a trabajar, y una explicación tanto de la expresión facial asociada como de una situación donde aplicarla, el usuario debe realizar los gestos que la determinan --por ejemplo, sonreír para expresar alegría--. EmoPLAY analizará automáticamente su imagen indicando si la expresión es adecuada o no.
El programa permite trabajar con distintas emociones, como alegría, tristeza o enfado, con configuraciones personalizadas para ajustar la sensibilidad del algoritmo de reconocimiento, asociar una imagen de contexto que ayude a trabajar la emoción o modificar el refuerzo dado al usuario o el tiempo que se dispone para conseguir expresar la emoción --de diez segundos a un minuto--.
El trabajo de las emociones en muchas personas con autismo es fundamental, debido a su dificultad en la interpretación de los diferentes aspectos emocionales que intervienen en la comunicación. Estas personas presentan dificultades para ponerse en el lugar de los demás y poder anticipar conductas, dada la dificultad para reconocer las emociones a través de las expresiones faciales. EmoPLAY pretende contribuir, por tanto, a que puedan interpretar la correspondencia entre determinados gestos y la emoción asociada.
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