Europa pone en la diana a Ron y Saracho como culpables de la caída del Popular

  • El Frob europeo atribuye la sangría de liquidez que precipitó el rescate a sus ajustes contables y el deterioro de las calificaciones de solvencia.

    La Jur constata la existencia de dos potenciales interesados por el banco el día 4, aunque solo el Santander llegó a formular una oferta firme el día de la intervención.

Europa responsabiliza del rescate al Popular a su gestión, su rating y la prensa
Europa responsabiliza del rescate al Popular a su gestión, su rating y la prensa
E.C.

El organismo europeo de resolución (Jur, por sus siglas en inglés) responsabiliza de la caída del  Popular por una sangría incontenible de fondos a las decisiones adoptadas bajo la gestión de Angel Ron y, sobre todo a la de Emilio Saracho, junto al deterioro en sus calificaciones de solvencia decidido por las agencias de rating y a las noticias desfavorables recogidas en la prensa. 

La Junta de Resolución Única (Jur) detalla que la situación de liquidez “sufrió un rápido deterioro” a partir de febrero en el informe publicado sobre la decisión de resolución del banco donde omite datos sensibles como la valoración final de la entidad en base al estudio de Deloitte, que este mismo organismo se niega a desvelar.

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El relato de los hechos arranca cuando el banco desveló que había acometido en 2016 un saneamiento extraordinario de 5.700 millones, sumiendo el resultado en pérdidas de 3.485 millones y se supo que Saracho ponía en revisión la estrategia trazada por la anterior gestión.

Dichos impactos no solo superaron el saneamiento de 4.700 millones anunciado cuando amplió capital el pasado verano, sino que fueron insuficientes para cumplir con su objetivo de elevar al 50% la cobertura de los activos deteriorados para colocarla a un nivel acorde con el conjunto del sector. Pero quizá el efecto más sensible es que deterioró la solvencia a cotas muy ajustadas – el capital fully loaded, el que exigirá el supervisor en 2019, cayó al 8,17% tras los saneamientos frente al 12% objetivo-.

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En el relato de hasta ocho hitos a los que el Frob europeo culpa del riesgo de colapso de la entidad que le obligó a intervenir recuerda que el 10 de ese mismo mes DBRS redujo el rating de la entidad al conocer que las cuentas de 2016 fueron peores de lo proyectado. El 3 de abril, continúa, el banco reconoció errores contables en varias partidas detectados por los auditores internos “con impacto potencial significativo” sobre los balances financieros -fue cuando anunció ajustes potenciales por casi 700 millones, que deprimieron aún más su ratio de capital, dejándolo muy cerca del mínimo exigible; y ya bajo la dirección de Saracho-. El 7 de abril fue Standar & Poors la que le degradó, señala, su calificación.

La autoridad europea recuerda que tres días después el banco desvela -lo hizo Saracho en junta de accionistas- que no pagará dividendos y que precisa ampliar capital o sellar una operación corporativa para reforzar su limitada solvencia, a lo que sucedió otra rebaja de rating, en esta ocasión por parte de Moody’s. El 3 de mayo vuelve a presentar resultados, los del trimestre, “que eran peores de los que el mercado esperaba”.

“La continua cobertura negativa por parte de la prensa sobre los resultados financieros de la institución y el supuestamente riesgo de quiebra/iliquidez tiene como resultado un incremento en la salida de los depósitos”, y el 6 de junio, concluye con la enumeración de hechos que precipitaron su asfixia de liquidez, DBRS y Moody’s rebajaron el rating del banco.Omite la valoración de la entidad

El informe divulgado por el organismo europeo omite datos clave en los acontecimientos como la valoración definitiva otorgada a la entidad y que resultó base para decidir el autorrescate antes de venderlo al Santander, amortizando la capitalización bursátil -cotizaba a unos 1.300 millones de euros- y los casi 2.000 millones en distintas emisiones de deuda. Tampoco detalla la cuantía de fondos que perdió el banco ni el dinero que pudo conseguir en el BCE, aunque sí confirma que sus gestores trabajaban en la puesta en marcha de otras medidas "para corregir la posición de liquidez" cuando se precipitó la intervención.

En la cronología de los acontecimientos confirma que el día 4, un día después de que el Jur decidiese la intervención y pidiese ofertas, recibió las muestras de interés de dos potenciales compradores que accedieron a datos de la entidad aunque el día de la intervención recibió solamente una propuesta de compra, la del Santander.

La vía para evitar el colapso del banco la elige después de comprobar la inexistencia de alternativas privadas y estimar, en colaboración con el BCE, que una intervención "temprana" no hubiese evitado su caída ni la recapitalización convirtiendo en acciones la emisión de deuda -CoCos-. 

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