Gobierno de Colombia confía en aprobar este año una urgente reforma tributaria

El gobierno de Colombia confía en que una urgente reforma tributaria para compensar la caída de la renta petrolera será aprobada por el Congreso antes de fin de año, aseguró este sábado en Washington el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.

Pero en medio de la incertidumbre por el rechazo a los acuerdos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, las ayudas millonarias internacionales destinadas al posconflicto aún deberán esperar, admitió el responsable en una entrevista con la AFP.

"El gobierno tiene las mayorías en el Congreso, el gobierno tiene básicamente el respaldo de una coalición que lo acompaña en proyectos complejos", dijo Cárdenas, quien se encuentra en Washington para asistir a las reuniones del FMI y el Banco Mundial, que culminan este fin de semana.

El ministro colombiano dijo que el gobierno presentará al Congreso "en los próximos días" el proyecto, que según conocedores incrementará el IVA, y según sus estimaciones debería ser aprobado por el pleno de la Cámara de Representantes y el Senado a mediados de diciembre.

El cuarto productor latinoamericano de crudo sufre una sequía de ingresos por la caída de los precios petroleros y el FMI ajustó a la baja 0,3 puntos sus previsiones de crecimiento, a un 2,7% este año.

Ante la apretada situación fiscal, la respuesta del gobierno del presidente Juan Manuel Santos ha sido anunciar una polémica reforma tributaria, no para financiar el posconflicto, sino para reemplazar unos impuestos que por ley van a desaparecer.

Es "impopular y al mismo tiempo es necesario", dijo Cárdenas sobre el proyecto.

Sin embargo, al proyecto se opone el expresidente y senador Álvaro Uribe, adversario de Santos y triunfador del "No" en el plebiscito del domingo pasado a los acuerdos que ponían fin al último conflicto armado interno de América Latina.

Al respecto, Cárdenas subrayó el "sentido de urgencia" que tiene aprobar la reforma, especialmente para aumentar la competitividad y generar nuevos empleos desde el 1 de enero.

También imprime velocidad el interés del gobierno en despejar las perspectivas negativas de financiamiento y mantener la nota "BBB" de las agencias calificadoras, cuando éstas revisen el panorama colombiano en los próximos meses.

"Las firmas calificadoras le han dado a Colombia un compás de espera para ver como se define este panorama tributario y ese compás de espera no es indefinido en el tiempo", apuntó.

El rechazo de los acuerdos con la guerrilla de las FARC en las urnas sembró rápidamente incertidumbres sobre el fin del conflicto, pero el Nobel de la Paz entregado a Santos parece haber dado un soplo de aliento a los colombianos.

"El Nobel tiene un impacto positivo", dijo Cárdenas, interpretando en ello un mensaje de la comunidad internacional que "le está diciendo a todas las partes que deben ser flexibles y pragmáticas y que no se puede poner en peligro la terminación al proceso de paz".

Aún así, la ayuda internacional prevista para el posconflicto se mantiene a la espera.

"Obviamente esperarán a que se haya concluido la negociación y que la paz sea una realidad", dijo Cárdenas, señalando que en sus reuniones en Washington con autoridades del Banco Mundial insistió en "tener listas" las líneas de financiamiento cuando las negociaciones den frutos.

El Banco Mundial anunció en enero que otorgará 1.400 millones de dólares para los esfuerzos de reparación en Colombia una vez se firme la paz con las FARC.

Además la Unión Europea anunció un aporte de 575 millones de euros, y Estados Unidos prevé entregar 400 millones de dólares.

Cárdenas señaló que la caída de los precios del crudo ha afectado a Colombia también de manera indirecta, al agravar la crisis en los países vecinos y socios comerciales Ecuador y Venezuela.

Además, la crisis de escasez crónica de alimentos y medicinas en Venezuela ha empujado a algunos de los miles de inmigrantes colombianos a regresar a su país, un fenómeno que está creando presiones particularmente en los departamentos del Caribe.

"Ya estamos viendo ese fenómeno", señaló el ministro.

"En muchos municipios de la costa colombiana los alcaldes muestran algún nivel de preocupación con la inmigración", añadió, destacando que los colombianos que regresan impactan en la cobertura de los programas sociales.

rsr/cd

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