De Guindos pone a su mejor 'sherpa' a la tarea de abrir la muralla comercial china

  • José Luis Kaiser, puntal de la diplomacia económica española y consejero comercial en Pekín entre 2011 y 2016, tiene la misión de equilibrar la relación comercial bilateral.

    El Gobierno atribuye a las "barreras y malas prácticas" comerciales del país asiático el desequilibrio de la balanza comercial, que en 2016 restó cerca de 20.000 millones al PIB.

El PIB chino se desacelera en su transición a una economía de consumo, según el FMI
El PIB chino se desacelera en su transición a una economía de consumo, según el FMI

En la jerga diplomática un 'sherpa' es un asesor gubernamental de primer nivel, normalmente un alto funcionario, que tiene por misión desbrozar la senda que debe conducir a la firma de un acuerdo bilateral o multilateral por parte de su Gobierno. Se trata de una figura esencial en la diplomacia económica de un país y, por tanto, es desempeñada por personas de reconocida valía y de plena confianza del responsable político de turno.

Hasta hace no mucho tiempo José Luis Kaiser, que desde el pasado mes de noviembre es director general de Comercio Internacional e Inversiones del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, era uno de esos 'sherpas', uno de los mejores a juzgar por lo que opinan de él al menos tres altos funcionarios que han trabajado a su lado.

Ahora, su misión es otra. Según la referencia a su persona que aparece en el Portal de Transparencia del Gobierno, es diseñar, coordinar y ejecutar la política comercial española y, a la vez, poner en marcha una estrategia competitiva y de apoyo a la internacionalización y a la financiación de las empresas exportadoras e inversoras en el exterior. Según las fuentes del área de política exterior del Gobierno consultadas por lainformacion.com tiene también otra mucho más concreta: atacar por la vía diplomática las barreras comerciales que los exportadores españoles se encuentran para acceder al mercado chino y reequilibrar en la medida de lo posible la relación comercial bilateral.

La misión es estratégica para el Gobierno, que atribuye a esas barreras comerciales y a otras malas prácticas del país asiático buena parte de los desequilibrios de la balanza comercial española, que el pasado año restó 18.754 millones de euros al crecimiento. Ese mismo año, la relación comercial con China resultó desfavorable a España en 14.880 millones. Es decir, que casi tres de cada cuatro euros que pierde España en sus relaciones comerciales con el exterior se explican por la relación con China.

El asunto ha adquirido la dimensión de cuestión de Estado, por cuanto se identifica como uno de los objetivos básicos de la diplomacia económica del Gobierno para 2017. "Por lo que respecta a China, se impulsará la presencia allí de nuestras empresas, ayudándolas a superar las barreras y malas prácticas que encuentran y que distorsionan el mercado ocasionando buena parte de los fuertes desequilibrios de nuestra balanza comercial".Un sinfín de barreras comerciales

"¿Si se está haciendo algo desde el Gobierno?", responde un responsable del ICEX (Instituto de Comercio Exterior) a la pregunta de cuál es la estrategia para resolver la 'cuestión china'. "La persona que han puesto al frente de la política comercial española ha estado cinco años de consejero comercial en China". 

José Luis Kaiser, en efecto, fue consejero de la Oficina Económica y Comercial de España en Pekín entre los años 2011 y 2016, está por tanto familiarizado con los vericuetos de la legislación comercial china, domina también su singular política mercantil y conoce el idioma, un talento particularmente relevante para el caso.

De hecho su trabajo, y el del resto del equipo de la Oficina Comercial de España en China, ha contribuido a identificar hasta 19 barreras comerciales que suponen un muro de entrada para las empresas españolas en sectores tan importantes como la construcción civil, la exportación de vinos o carnes de porcino, el sector financiero o la industria química. En los registros del ICEX, solo Vietnam y, atención, Suiza y Estados Unidos poseen un listado tan amplio de barreras al comercio.

El gap comercial a recuperar es sideral. España solo cubre con sus exportaciones a China una quinta parte de lo que importa del gigante asiático. A Kaiser le queda al menos el consuelo de que su aterrizaje al frente de la política comercial española ha coincidido con un récord de ingresos por exportaciones a China (5.032 millones de euros) tras un lustro de estancamiento en el entorno de los 4.000 millones. Un buen punto de partida.

Es pronto para evaluar los logros del movimiento realizado por el departamento que dirige Luis de Guindos, pero de momento la Cámara General de Comercio de China anunció la pasada semana que España será uno de los cuatro países invitados a la Gran Feria de Alimentación de Pekín, junto a Rusia, Kazajistán y Australia, en la primera ocasión en que esta feria -estratégica, porque se celebra en vísperas del mayor pico de consumo del gigante asiático: el Año Nuevo Chino- abrirá las puertas a productores extranjeros.

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