De Guindos dice que "no se puede ser complaciente" porque la economía "sigue siendo vulnerable"

Así lo ha señalado durante la presentación, a la que ha asistido también el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, del informe 'Economic Review-2017 Spain' del organismo, que aumenta en dos décimas su proyección de crecimiento de la economía española para este año, hasta el 2,5%, y estima una tasa de paro del 17,5%, dos décimas menos, en línea con las previsiones del Gobierno.

De Guindos ha calificado de "equilibrado" el informe de la OCDE, tanto desde el punto de vista del análisis de las reformas y actuaciones económicas realizadas en España, como de las políticas futuras, si bien ha insistido en que "no se puede ser complaciente" y "hay que ser siempre ambiciosos", porque "todavía queda mucho por hacer". "A pesar del esfuerzo, la corrección de desequilibrios y las perspectivas son buenas, tenemos que ser conscientes de que existen vulnerabilidades", ha añadido.

Por su parte, Gurría ha afirmado que España "es la prueba de que las reformas funcionan" y ha asegurado que la dirección de la corrección del déficit es "absolutamente la correcta", si bien ha incidido en la necesidad de continuar con las reformas, incluso "reformar las reformas", y mejorar aspectos en materia de empleo y educación principalmente.

El ministro ha destacado que en los dos últimos años la economía ha crecido por encima 3%, cuando para 2015 la previsión era del 1,6%, lo que, a su juicio, refleja la "necesaria e imprescindible humildad" que hay que tener en las proyecciones económicas. "Sobre pasado podemos hablar muchísimo, sobre futuro es mucho más complejo", ha añadido.

En este sentido, ha subrayado que los dos últimos años han sido "positivos" en términos económicos, al registrar un crecimiento superior al 3% y haberse creado un millón de puestos de trabajo, al tiempo que en 2016 se registró un superávit del 2% de la balanza por cuenta corriente, por cuarto año consecutivo.

Según De Guindos, de los factores exógenos, el que más ha contribuido ha sido la bajada de los tipos de interés, que han permitido ahorrar a España cerca de 10.000 millones. De hecho, ha destacado la "novedad" que supone registrar superávit de la balanza por cuenta corriente unido al repunte de la demanda doméstica.

"España es un país en el que nos hace mirar futuro con optimismo", ha remarcado De Guindos, quien ha detallado que las exportaciones de bienes y servicios suponen ya un tercio del PIB, ya que se exportan bienes y servicios, sin contar al turismo, por valor de 25.000 millones, que unido al turismo alcanza los 30.000 millones mensuales, lo que supone una "garantía de futuro" para España, "un país competitivo".

En esta línea, ha recalcado que España ha sido capaz de acometer un proceso de desapalancamiento interno del sector privado, un saneamiento financiero y un proceso de reestructuración bancaria que "ha funcionado", a lo que se suma que el foco de la atención de la inestabilidad política ya "no está en España", como hace un año.

"LA ECONOMÍA SIGUE SIENDO VULNERABLE"

No obstante, ha advertido de que la economía española "sigue siendo vulnerable" ante su situación del mercado laboral y la elevada tasa de paro, que supone "la principal fuente de desigualdad y pobreza en España", por lo que ha abogado por que la reducción del desempleo y la creación de puestos de trabajo sea el objetivo de la política económica.

El titular de Economía ha indicado que, al igual que España ha recuperado los niveles de renta con los que contaba en 2007, todavía quedan 1,5 millones de puestos de trabajo para alcanzar los niveles precrisis.

Esto genera una "vulnerabilidad política, económica y social" por las implicaciones en materia de desigualdad y pobreza que conllevan, a lo que se suma que el nivel de endeudamiento externo "sigue siendo alto" y ante cualquier "shock exógeno", como una subida de tipos de interés, inmediatamente se reflejaría en todos los registros económicos como la balanza de pagos, los costes financieros de empresas y familias y la actividad económica.

En su informe, la OCDE pide de nuevo a España subir el IVA y el IBI, más impuestos verdes y abaratar el despido, al tiempo que recomienda eliminar deducciones por vivienda y aportación a planes de pensiones y elevar los impuestos al diésel.