Iberdrola no se plantea ampliar la vida de las nucleares en pleno debate por Garoña

Iberdrola ha decidido ampliar la vida útil estimada de sus parques eólicos, sus centrales de ciclo combinado (gas) y sus centrales hidroeléctricas. La decisión, detallada en una ampliación de información requerida por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), tiene un efecto contable positivo al disminuir el cálculo anual de amortizaciones. La compañía ha decidido que el cálculo de la vida útil de 10.000 aerogeneradores pase de 25 a 40 años; también aumenta en cinco años, de 35 a 40, la vida útil estimada de sus 53 turbinas de gas en todo el mundo y en 15 años, hasta los 50, los grupos generadores de 76 centrales hidroeléctricas.

En el caso de las centrales nucleares, Iberdrola detalla en la comunicación que "dado el debate que se está produciendo en relación con la extensión de la vida útil de estas instalaciones (...) no hemos encontrado soporte suficiente para extender la vida útil de estas centrales".

Según detalla el requerimiento de la CNMV, sólo la ampliación de la vida útil de los aerogeneradores, con efectos desde el 1 de enero de 2016, ha supuesto unas menores amortizaciones de 148 millones "aproximadamente"."Afectado positivamente"

Iberdrola no ha calculado el efecto contable del conjunto de ampliaciones aprobadas. En el folleto enviado el jueves a la CNMV con motivo de los resultados del primer semestre, la compañía solo indica que las amortizaciones y provisiones disminuyen (-0,2%) y alcanzan los 1.635,3 millones de euros. Precisa, eso sí, que "la partida de amortizaciones crece un 0,9% hasta situarse en 1.529 M Eur, afectado positivamente por el aumento de la vida útil de los ciclos combinados de 35 a 40 años y del equipo electromecánico de las centrales hidroeléctricas de 35 a 50 años, que compensa las mayores amortizaciones por el aumento de actividad del grupo". No da más detalles.

De acuerdo con la compañía, la decisión de ampliar la vida útil de la mayor parte de sus instalaciones responde "a estándares internacionales". La compañía, explica en la información remitida a la CNMV, revisa cada año la vida útil de sus instalaciones. Para decidir, aplica sus estudios internos -fuentes internas técnicas y económicas- y los contrasta con fuentes externas, incluidos los fabricantes de los equipos.

En el caso de los parques eólicos, con más de 10.000 torres de generación, la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán, se ha apoyado en dos informes para ampliar en un 38% su estimación de utilidad, uno de Gamesa Corporación Tecnológica SA ("Extensión de la vida de las torres de los aerogeneradores de Gamesa") y otro de Barr Engineering, de junio de 2016 ("WTG Foundation Life Extension Overview").

Sobre la extensión de la vida estimada para las centrales de gas, 53 en total, con amplia presencia en España (infrautilizadas), Reino Unido, México, Brasil y EE UU, el argumento que emplea Iberdrola es sencillo: dadas las características de funcionamiento de estas instalaciones y las continuas sustituciones de piezas, las revisiones acaban con plantas prácticamente renovadas, que pueden trabajar más allá de los estimado en inicio.Decisión sin referencias

El argumento es prácticamente el mismo para los grupos electromecánicos de las centrales hidroeléctricas, unas instalaciones (4.200 MW de potencia instalada) en las que Iberdrola descansa buena parte de la obtención de beneficios en España.

Aunque la compañía esgrime los "estándares internacionales" como base de su decisión, en el caso de los parques eólicos -y a instancias de la CNMV, que pregunta por referencias similares-, la eléctrica admite que ha tomado la decisión por su cuenta. Lo argumenta así: "no hay ninguna referencia suficiente a lo que hacen otras sociedades (...) siendo Iberdrola líder por potencia instalada (...) las referencias a terceros no facilitan una información comparada suficiente".

Según fuentes de la compañía, la información aportada a la CNMV como ampliación de información a las cuentas del primer semestre sólo contiene la novedad de la ampliación en cinco años de las centrales de ciclo combinado ya que las decisiones sobre los parques eólicos y las centrales hidroeléctricas ya eran conocidas.

Lo que sí admiten las fuentes consultadas es que el aumento de los periodos de amortización de las instalaciones mejora la cuenta de resultados de la compañía en un momento no demasiado alegre. El resultado resultado bruto de explotación (Ebitda) de la compañía, según las cuentas hasta junio, se situó en 3.752 millones de euros, un 3,6% inferior al del primer semestre de 2016, impulsado por el negocio de redes, principalmente en Estados Unidos, pero afectado por el negocio liberalizado en Reino Unido y el bajo recurso hidroeléctrico y eólico en España.