La orden, recogida por Europa Press, establece ayudas destinadas a paliar los daños producidos por lobos y perros asilvestrados al ganado vacuno, ovino, caprino y equino, así como el lucro cesante y los daños indirectos si se trata del lobo, excepto los acaecidos al sur del Duero cuando ya hubieran abonado pagos compensatorios por este hecho.
Podrán ser beneficiarios de las ayudas o ganaderos o titulares de explotaciones de estos ganados que hayan sufrido ataques entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2016, ambos inclusive, en las zonas 1 y 2 establecidas en el Anexo II del Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León.
Para poder ser beneficiarios de estas ayudas es necesario que tuvieran o tengan vigentes, en el momento de producirse el daño, las pólizas que se recogen en la propia orden, se encuentren al corriente del cumplimiento de sus obligaciones tributarias y frente a la Seguridad Social, además de no tener impagada deuda vencida con la Comunidad.
Asimismo, para ser beneficiarios tienen que pertenecer a una explotación incluida en el Registro de Explotaciones Agrarias de Castilla y León, cumplir con los programas de control, vigilancia y erradicación de enfermedades que puedan afectar a las especies ganaderas y estar identificado de acuerdo con la normativa correspondiente.
Las cuantías máximas que podrán concederse por siniestro son 770 euros para ganado vacuno, 300 por ovino y caprino y 440 por equino.
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