La compañía explicó que estas variantes deportivas se convierten en el Clase E más potente de la historia, al tiempo que disponen nuevos elementos estéticos, como el faldón delantero inspirado en el ala de un avión y unos pasos de rueda más anchos.
El E 63 4Matic+ incorpora una motorización de gasolina V8 biturbo de 4.0 litros que desarrolla una potencia máxima de 571 caballos y permite al coche alcanzar una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora.
El consumo de combustible de este modelo, que cuenta con tracción integral variable y con caja de cambios automática de nueve velocidades, es de 9,2 litros en ciclo mixto, mientras que sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) alcanzan los 209 gramos por cada cien kilómetros.
La versión más deportiva E 63 S 4Matic+ monta la misma motorización, aunque en este caso la potencia se eleva hasta 612 caballos. El coche acelera de cero a cien kilómetros por hora en 3,4 segundos (una décima menos que el E 63 4Matic+) y alcanza una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora.
Como elementos que mejoran la deportividad de estos vehículos destacan el control de tracción RaceStart simplificado, así como el bloqueo de diferencial trasero mecánico, en el caso del E 63 4Matic+, y electrónico, en el E 63 S 4Matic+, que también dispone de soportes dinámicos de motor de serie.
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