Panama Papers y Brexit se imponen en la agenda de líderes económicos mundiales

El escándalo de los "Panama Papers" y la amenaza del Brexit se impusieron este jueves en las discusiones entre los dirigentes económicos del mundo reunidos en Washington en medio de sombrías perspectivas para el crecimiento global.

"Hay algo de sol en la economía global. Tenemos crecimiento global y no estamos en crisis (...) Pero hay algunos rincones del mundo sumergidos en el frío, en parte porque la recuperación se mantiene muy lenta y muy frágil", dijo la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

El FMI, que realiza esta semana su asamblea anual de primavera (boreal) con el Banco Mundial, ya había encendido las luces de alarma el martes, al reducir nuevamente sus previsiones de crecimiento global en 2016 a un "modesto 3,2%.

El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, tampoco se mostró muy optimista: "no hay muchos puntos brillantes en el mundo".

Kim alertó igualmente sobre los "desafíos globales" planteados por el desplazamiento forzado en Siria, el cambio climático y las epidemias sanitarias.

En el frente financiero, el gran número de compañías creadas en paraísos fiscales reveladas por la investigación de los "Panama Papers", despertó preocupación y llamados de la dirigencia económica mundial a reforzar los esfuerzos contra la evasión fiscal.

"Cuando se evaden impuestos, cuando los bienes estatales son extraídos hacia estos paraísos, todas esas cosas pueden tener un efecto tremendamente negativo en nuestra misión de acabar con la pobreza y propulsar prosperidad compartida", dijo Kim durante una rueda de prensa.

La lucha contra la evasión fiscal y otros flujos ilegales de dinero ha sido un "trabajo inacabado", declaró de su lado Lagarde. "Más queda por hacer", dijo, señalando que la ofensiva contra la evasión fiscal de las multinacionales, llamada BEPS, ha sido insuficiente.

Un informe de la ONG Oxfam America aumentó la presión al indicar que muchas de las mayores empresas estadounidenses enviaron a paraísos fiscales unos 1,4 billones de dólares entre 2008 y 2014 para aliviar su carga de impuestos.

Los países europeos se encaminaban a proponer el jueves al G20 una nueva iniciativa conjunta para intentar poner a raya los paraísos fiscales.

En el frente económico, el riesgo más inminente proviene del Reino Unido, cuyos ciudadanos están llamados en junio a un referendo para decidir si permanecen en la Unión Europea.

El "Brexit", como se denonima a esa ruptura, es una "seria preocupación" para la economía global, dijo Lagarde en la primera jornada de las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial (BM) en Washington.

Pero la patrona del ente internacional formuló un llamado a que Gran Bretaña y el bloque europeo salven su "largo casamiento" de una eventual ruptura.

"Como en todos los casamientos, las conversaciones pueden ayudar, y espero que el diálogo pueda continuar", apuntó.

Ese asunto debería centrar las discusiones de las grandes potencias mundiales que se reúnen el jueves y viernes en la capital estadounidenses para una reunión de ministros de finanzas del G20.

El FMI y el BM abrieron las puertas a las discusiones unos diez días después del escándalo de los llamados "Panama Papers": un gran número de documentos sobre compañías anónimas en paraísos fiscales creadas por la firma panameña de abogados Mossack Fonseca para personalidades en todo el mundo y que fueron filtrados a medios de prensa internacionales.

Las revelaciones han desatado una nueva cruzada internacional para acabar con los sistemas que permiten la evasión fiscal alrededor del mundo.

El presidente del Banco Mundial lanzó una advertencia a las empresas e individuos implicados en la evasión fiscal: "Tengan cuidado".

"La transparencia no retrocederá, el mundo solo será más y más transparente a medida que avanzamos", dijo Kim.

Otras inquietudes se asoman en las discusiones de las autoridades económicas mundiales, particularmente el panorama de la economía brasileña, otrora motor de las economías emergentes.

La principal economía latinoamericana enfrenta una conjunción de problemas en materia fiscal y de productividad, aunada a una crisis política que amenaza con derrumbar el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.

"A pesar de su reputación de ser un lugar soleado y cálido, hay vientos muy, muy fríos soplando en Brasil", dijo Lagarde, indicando que con una caída prevista de 3,8% este año, la situación en el gigante suramericano "es muy preocupante".

La patrona del FMI no tuvo mejores palabras para el otro país suramericano sumido en una dura recesión, Venezuela, donde describió una situación "terrible".

Según el FMI, el PIB del país petrolero deberá registrar este año una caída de 8% y una inflación de casi 500%.

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