Perú prepara su actividad pesquera para enfrentar el cambio climático

Perú, mayor abastecedor mundial de harina de pescado, prepara su industria pesquera para enfrentar el cambio climático, que alejará de sus aguas a especies como la anchoveta, y traerá otras que pueden ser aprovechadas, según informó el Ministerio de la Producción.

"Los efectos negativos del cambio climático y de los cambios oceanográficos son una de las amenazas para el desarrollo de las actividades pesqueras y acuícolas, por depender básicamente de las condiciones climáticas. Es particularmente vulnerable a los impactos del cambio climático", detalló un informe elaborado por el ministerio con el apoyo de la FAO.

El estudio se realizó en regiones claves en la actividad pesquera -uno de los motores de la economía peruana-, como Piura (norte) e Ica (centro-sur) para la pesca artesanal e industrial, y Ancash para la pesca industrial (harina de pescado). También en Puno (sureste), donde se desarrollan actividades acuícolas.

Esas regiones son las más expuestas al cambio climático, fenómeno de El Niño, contaminación por el agua de lastre que genera el tráfico marítimo o derrames de crudo por la exploración petrolera, explicó el viceministro de Pesca y Acuicultura, Juan Carlos Requejo.

La región de Piura, (fronteriza con Ecuador) será la más afectada en la costa peruana y es la de mayor vulnerabilidad ante el cambio climático debido a que se incrementará el nivel del mar en esa zona.

Marco Antonio Espino, coordinador de Descentralización del ministerio de la Producción, explicó a la AFP que, si bien los efectos en el mar del cambio climático "aún no se presentan en el Perú (...) sabemos que estamos a puertas de un cambio que significaría un incremento de temperatura del mar del orden del 1 a 1,5 grados centígrados en promedio".

"Con la presencia del cambio climático y el calentamiento del mar peruano, la anchoveta se alejará, pero aparecerán especies como la sardina, jurel y caballa", detalló. "En el caso de la elaboración de harina de pescado, su producción apuntaría a la sardina, jurel y caballa. Para el consumo humano aparecerán otras especies como el toyo, cabrilla, cojinova, que llegan en condiciones más cálida", agregó.

Por el momento, las condiciones del mar aún son propicias para el desenvolvimiento normal de la anchoveta. "Es previsible que en los próximos 10 años se tenga ese cambio, con la ausencia de la anchoveta", consideró.

Detalló que el cambio climático no es una evolución automática del cual se pasa de la anchoveta a la sardina, sino un proceso paulatino que va disminuyendo un recurso en su abundancia para dar ingreso a otro.

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