Los ingresos netos del grupo, que el año pasado completó la fusión inversa con su matriz, Zeltia, alcanzaron en el periodo de enero a marzo los 42,17 millones de euros, un 8% menos.
Esta caída en la facturación del grupo biofarmacéutico se debió, principalmente, a la finalización del contrato firmado con Janssen en 2011, cuyo último hito previsto se produjo en 2015 y supuso el cobro de 10 millones de dólares (8,8 millones de euros) en el primer trimestre de ese año, así como a otros 1,5 millones de euros percibidos el pasado ejercicio de Taiho por la presentación del dossier de registro de Yondelis ante las autoridades regulatorias japonesas.
Sin contar estos ingresos procedentes de acuerdos de licencia y co-desarrollo, las ventas netas del grupo se habrían incrementado un 16% con respecto al primer trimestre del ejercicio anterior.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) registró un saldo negativo a cierre del pasado mes de marzo de 3,93 millones de euros, un 141% menos.
CRECEN LAS VENTAS DE YONDELIS.
Por sectores, las ventas netas del segmento de biofarmacia ascendieron a 24,2 millones de euros, lo que representa un 15% de incremento con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Del total de ventas de este segmento, 22,8 millones correspondieron a las ventas del fármaco Yondelis, creciendo así un 15%.
En cuanto a las ventas del área de química de gran consumo, éstas ascendieron a 15,8 millones de euros, un 18% más con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
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