Presidente de PSA Peugeot se defiende tras polémica por su sueldo en Francia

El presidente del grupo francés automotor PSA Peugeot Citroën, Carlos Tavares, aseguró el miércoles que no era él quien se fijaba su salario, tras la polémica generada en Francia al duplicarse su remuneración hasta llegar a más de 5 millones de euros anuales.

"Como pueden imaginar, no es Carlos Tavares quien fija el salario de Carlos Tavares" sino el Consejo de vigilancia de la empresa, en función en parte de los objetivos fijados a los directivos.

"Yo no participo en la negociación que conduce a fijar esos objetivos" explicó el directivo a un grupo de periodistas.

Tavares, ganó el año pasado 5,24 millones de euros, según documentos publicados el pasado viernes. Se trata de poco menos del doble de su salario del año anterior (2,75 millones de euros).

Ello desató una polémica en Francia, donde unos la califican de "suma indecente" en tiempos de crisis y otros de "recompensa de un éxito".

El Estado francés, que posee el 13,68% del capital de PSA, se opuso en vano a ese aumento de la remuneración, calificada el martes de "perjudicial" por el ministro de Finanzas, Michel Sapin. "Estamos en un momento en el que el esfuerzo es necesario" y ese esfuerzo debe ser "compartido", dijo Sapin.

En cambio, Tavares recibió el respaldo del empresariado. "Cuando hay logros, no me escandaliza que se recompense el éxito", declaró Pierre Gattaz, líder del Medef, la principal organización empresarial francesa, calificando a los empresarios de "héroes" que "asumen riesgos".

Este miércoles el ministro francés de Economía Emmanuel Macron, en declaración al diario le Parisien/Aujourd'hui en France asegura que Tavares se "equivocó al hacer abstracción de la sensibilidad de los franceses".

PSA es el primer grupo automovilístico francés, con 2,97 millones de unidades producidas el año pasado.

En 2014, afectada por la crisis del sector en Europa, estuvo al borde de la quiebra y fue salvado gracias a la intervención del Estado francés y de la firma china Dongfeng.

Tavares fue entonces nombrado presidente del directorio del grupo, que se recuperó gracias a un plan de reducción de gastos, mediante esfuerzos pedidos a los asalariados, entre otras medidas.

En 2015 la firma obtuvo un beneficio neto de 1.200 millones de euros, su primer resultado positivo desde 2010.

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