Secretario del Tesoro de EEUU dice reformas son el camino "correcto" para Brasil

El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jack Lew, dijo este martes que Brasil tiene grandes "desafíos" económicos, pero que el gobierno está dando "pasos importantes y ambiciosos" para dejar atrás su peor recesión económica en un siglo.

"El gobierno está dando pasos importantes y ambiciosos para recuperar la economía y está dando una mayor confianza al sector privado", señaló Lew en Brasilia, segunda escala de una gira por América Latina que incluyó Argentina y seguirá por Colombia y México.

"El camino por delante es desafiante y requerirá que el Congreso apruebe reformas estructurales, pero creo que el camino que está siendo trazado es el correcto para recolocar a Brasil en una base sólida", añadió en una breve declaración junto a su par local, Henrique Meirelles.

Ambos funcionarios se reunieron para discutir las principales líneas de Brasil para ajustar su golpeada economía: una reforma para limitar el gasto público, otra para flexibilizar el mercado de trabajo y una tercera que pretende cambiar el sistema de jubilaciones.

Todas esas iniciativas, además de impopulares, requieren enmiendas constitucionales y mayorías especiales en el Congreso.

La visita de Lew es la primera de nivel ministerial de un funcionario estadounidense desde la "confirmación de la nueva administración", según dijo Meirelles, en referencia al gobierno del presidente Michel Temer que asumió el 31 de agosto después de la destitución de Dilma Rousseff a manos del Senado, acusada de adulterar las cuentas públicas.

Temer gobernará hasta fines del 2018, completando el mandato de su exaliada y compañera de fórmula, y su apuesta más ambiciosa es pasar de un modelo económico de sesgo intervencionista a uno con mayores libertades, que incluye en su menú privatizaciones y un fuerte ajuste.

Cuenta con el aval de la industria y del mercado. Pero no lo acompañan los números.

El PIB brasileño cayó 3,8% en 2015 y proyecta retroceder otro 3% en 2016, su mayor pérdida de riqueza en un siglo. Con el desempleo en niveles récord y una persistente inflación, este año terminará con un rojo fiscal superior a los 53.000 millones de dólares, según proyecciones oficiales.