China seduce a Tesla para que abra su primera gran fábrica fuera de EEUU

El mercado chino lideró en 2016 la venta de coches eléctricos por delante EEUU, mientras que Tesla consolidó su ventaja respecto a los demás fabricantes en este sector, al menos en cuanto a su valor bursátil. Ahora, la compañía de Elon Musk puede dar el golpe definitivo sobre la mesa después de que el gobierno chino haya elaborado un borrador en el que abre la puerta a fabricantes automovilísticos extranjeros.

Esta apertura del mercado en el sector automovilístico es la consecuencia lógica a la gran apuesta del gobierno local al coche eléctrico. Las empresas del país no tienen capacidad de producir todos los coches no contaminantes exigidos por las autoridades. Esto es la venta de dos millones de coches en 2020, un crecimiento mayor para 2025 y la prohibición del diésel y la gasolina en 2040.

Por ello, el gobierno ha realizado un borrador en colaboración con varios ejecutivos del sector de la automoción en el que se muestran dispuestos a permitir la fabricación de coches sin la participación de una empresa china. Al igual que otras compañías, Tesla era reticente a dar el paso con un fabricante local por el miedo a comprometer la propiedad intelectual de sus avances tecnológicos en el desarrollo del coche eléctrico.

Hasta la fecha, las reglas exigían a los fabricantes de automóviles una alianza con un socio local para poder fabricar coches en suelo chino. Y las grandes marcas mundiales que han preparado milmillonarias inversiones para el desarrollo del coche eléctrico pusieron una pica en el país asiático. Volkswagen se unió a JAC para construir vehículos no contaminantes a partir de 2010; Renault-Nissan firmó una alianza con Dongfeng (dueño del 14% de PSA) para formar la compañía eGT New Energy Automotive Co., Ltd. y fabricar un todocamino eléctrico en 2019; Ford reconoció conversaciones formales con Zotye.Tesla no da abasto en China

La compañía tuvo que hacer frente en 2016 a un (buen) problema en China. Su éxito fue tal que sus no logró hacer frente a la demanda. Su talón de aquiles es el volumen de producción, ya que en California no dan abasto para hacer realidad todas las solicitudes de coches que se registran en las 30 tiendas del país asiático. La compañía necesita corregir este defecto a corto plazo, ya que hasta que no sea capaz de fabricar vehículos cero emisiones de forma masiva, no podrá salir de los números rojos.

Su capacidad de crecimiento va ligada a la apertura de nuevas fábricas. Y China, su segundo mayor mercado, es su punto estratégico. La compañía no divide sus ventas por países, pero sí confirmó que obtuvo unos mil millones de dólares en ingresos en el país asiático en 2016 de los siete mil que registró en todo el mundo. Esta cifra se traduce en más de 11.000 coches eléctricos entregados, según Forbes.

Si finalmente el borrador del gobierno chino se convierte en una realidad, como todo hace indicar, supondría una apertura que conllevaría la reducción del precio de los coches y permitiría a Elon Musk venderlos a cifras más asequibles. Hasta la fecha, los aranceles hacen que un Tesla cueste prácticamente el doble en China que en EEUU. 

La compañía americana reconoció en el mes de junio los contactos con el Gobierno de Shanghai para “establecer una planta de fabricación en la región para servir al mercado chino", aunque solicitó tiempo para “definir más claramente nuestros planes de producción en China para finales de año".

Esa fecha se acerca y todo hace indicar que Tesla hará frente en los próximos meses a BYD, la gran empresa privada china en cuanto a coches eléctricos e híbridos, que en el primer semestre de 2017 vendió 46.855 unidades.