La rentabilidad de la emisión se ha situado en 1,529%, equivalente a 70 puntos básicos por encima del tipo mid-swap (tipo de referencia del mercado interbancario de permutas de tipos de interés).
El Tesoro ha podido asignar la emisión entre inversores de alta calidad gracias a una sólida demanda muy diversificada por tipo de inversor y por zonas geográficas, proveniente de 237 cuentas inversoras.
La participación de inversores no residentes ha alcanzado el 80,7%, la mayor en una emisión sindicada a diez años. De este porcentaje, destaca la participación de Reino Unido, con un 36,5%; Alemania, Austria y Suiza, con un 13,1%; Francia e Italia, con un 11%; Escandinavia, con un 8,2%; Estados Unidos y Canadá, con un 7,8%, y otros inversores, con un 4,1%. El resto, el 19,3%, se ha colocado entre inversores residentes.
Atendiendo al tipo de inversor, la mayor participación ha correspondido a los bancos, con un 37%; seguido de las gestoras de fondos, con un 30,2% del total; los bancos centrales e instituciones oficiales, con un 13,8%; los fondos apalancados, con un 12%, y las aseguradoras y fondos de pensiones, con un 6,6%. Otros inversores han representado un 0,4%.
Con esta sindicación de 8.000 millones de euros el Tesoro lleva cumplido un 64,5% de su objetivo de emisión a medio y largo plazo para todo el año (132.904 millones de euros). Tras esta emisión, la vida media de la deuda del Estado en circulación alcanza los 7,06 años y el coste medio de la cartera de valores del Tesoro se sitúa en el 2,65%, mínimo histórico.
Banco Santander, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Barclays Bank, Citigroup, Goldman Sachs y HSBC han actuado como directores de esta emisión. El resto del grupo de creadores de mercado de bonos y obligaciones del Estado han actuado como codirectores.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios