Toshiba se vuelve a hundir en Bolsa después de que S&P amenace con degradar su rating

  • Acumula una depreciación del 59% desde finales de diciembre
EUROPA PRESS

Las acciones de Toshiba han cerrado la sesión de este viernes en la Bolsa de Tokio con una caída del 10,46% después de que la agencia de calificación S&P Global, tradicionalmente conocida como Standard & Poor's, haya amenazado con degradar en varios escalones la nota de solvencia del conglomerado industrial japonés tras admitir la multinacional que la depreciación del valor de los activos adquiridos por su filial estadounidense Westinghouse tendrá un impacto de casi 6.000 millones de euros en sus cuentas.

A este respecto, S&P ha señalado que "incluso si los bancos continúan prestando un respaldo financiero a la compañía", si este incluye una reestructuración de la deuda de Toshiba, degradarán en varios escalones la nota de solvencia de la multinacional, actualmente en 'CCC+', puesto que la compañía se encontrará en una situación de "impago selectivo", según los criterios de la agencia de rating.

Las acciones de Toshiba han cerrado la sesión de este martes a un precio de 181,5 yenes --su precio más bajo desde el 1 de marzo--, lo que supone una depreciación del 59% desde el pasado 27 de diciembre, cuando la compañía admitió que la depreciación de los activos de su negocio nuclear en EEUU supondría un impacto negativo de miles de millones de dólares.

Toshiba desveló este martes que dicha amortización tendrá un impacto negativo de 712.500 millones de yenes (5.925 millones de euros) en sus cuentas del tercer trimestre, que prevé cerrar con pérdidas netas de 499.900 millones de yenes (4.158 millones de euros), lo que se traducirá en un resultado negativo de 390.000 millones de yenes (3.244 millones de euros).

De este modo, el valor bursátil de Toshiba ha pasado de unos 15.507 millones de euros a finales de diciembre del año pasado a los 6.399 millones de euros actuales.

El presidente y consejero delegado de Toshiba, Shigenori Shiga, presentó el martes su dimisión "asumiendo la responsabilidad por las pérdidas derivadas de los costes por amortizaciones que serán contabilizadas en relación con la adquisición por parte de Westinghouse de CB&I Stone & Webster", aunque seguirá al frente de la empresa hasta la próxima junta general de accionistas, que tendrá lugar en junio.

La compañía, que tenía previsto anunciar el próximo martes sus cuentas del tercer trimestre de su ejercicio fiscal, ha recibido autorización por parte de los reguladores para retrasar la publicación de sus resultados hasta el próximo 14 de marzo.

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