Trasportes nuevos, pero limitados para los Juegos Olímpicos de Rio

El servicio de las nuevas líneas de metro y buses expresos, inacabadas, será únicamente parcial durante los Juegos de Rio, en un nuevo cambio de planes que pone en duda las condiciones de transporte olímpico a menos de tres meses de la ceremonia de apertura.

Mientras un nuevo gobierno interino se instala en Brasil, en medio de la severa crisis política que sacude desde hace meses al gigante sudamericano, también será de forma interina cómo se podrán usar las nuevas infraestructuras de transporte planeadas para los primeros Juegos de Sudamérica (5-21 de agosto).

La nueva línea de metro, que debe unir en 16 kilómetros los barrios turísticos de Copacabana e Ipanema (zona sur) con el centro neurálgico de los Juegos en Barra de Tijuca (oeste), será inaugurada recién en agosto, cuatro días antes de que comience el mayor evento polideportivo del mundo.

Así lo anunció el viernes Rodrigo Vieira, secretario de Transportes del estado de Rio de Janeiro, precisando que durante los Juegos, solo la "familia olímpica" tendrá acceso a la nueva línea, es decir, las personas que participen, asistan o trabajen en el evento.

Pese a todo, una inauguración retrasada al principio de agosto revela un "gran optimismo", afirmó a la AFP Sergio Magalhaes, profesor de Urbanismo en la Universidad Federal de Rio (UFRJ).

"Se necesitarían entre tres y seis meses para realizar los tests, si no es temerario: hacer circular los trenes en un periodo tan corto presenta riesgos. Imagino que tienen un plan B", valoró.

El resto de la población apenas podrá utilizar la nueva Línea 4 a partir del 19 de septiembre, después de los Juegos Paralímpicos (7-18), avanzó Vieira, que justificó el retraso por "todos los tests necesarios" a realizar.

A mediados de abril, sin embargo, durante la última visita de la Comisión de coordinación del Comité Olímpico Internacional (COI), la puesta en marcha quedó fijada para "un mes antes de los Juegos", en julio, plazo que no será cumplido.

Sidney Levy, miembro del Comité organizador de Rio-2016, anunció entonces que la línea funcionaría "a ritmo reducido". Y a 100 días de los Juegos, la alcaldía precisó que los tests necesarios antes de la apertura al público de la línea se realizarían precisamente durante los Juegos.

"Es totalmente normal lanzar un nuevo equipamiento con una carga menor. Ocurre así con todos", afirmó este fin de semana el alcalde de Rio, Eduardo Paes.

La nueva línea de buses articulados por canales expresos (BRT), la Transolímpica, debía unir el centro de las competiciones en Barra de Tijuca con Deodoro (zona norte), otro de los cuatro principales polos de los Juegos, junto al Maracaná y Copacabana.

Finalmente, esta nueva vía que parte de Recreio (oeste) pasando por el parque olímpico de Barra no irá hasta Deodoro y sólo contará con tres estaciones de las 21 previstas inicialmente.

"Lo importante era ir hasta Deodoro, incluso sin las estaciones intermedias", subrayó Magalhaes, aunque relativizó el impacto del nuevo atraso: "los buses, los taxis y los autos podrán utilizar los carriles del BRT".

Para el secretario municipal de Obras, Alexandre Pinto, el cambio de cronograma se explica por la diferencia entre el proyecto inicial y el trazado final.

"Tuvimos que adaptarnos para evitar los retrasos, mientras buscábamos alternativas técnicas para mantener las viviendas" y evitar alrededor de 2.000 expropiaciones suplementarias para la construcción de la línea, declaró este lunes al diario O Globo.

La alcaldía, de su lado, es reacia a utilizar la palabra "atraso", asegurando que el servicio parcial durante los Juegos ya estaba previsto.

Pero para esta obra comenzada en junio de 2012, como ocurre con muchas otras en Brasil, el plazo de entrega siempre estuvo difuso.

En mayo de 2011, la alcaldía escribió en su página web que preveía su finalización "en 2015". Aunque en el contrato de obra registrado en el Tribunal municipal de cuentas se informó que la fecha planeada para acabar los trabajos sería el 26 de abril de 2016.

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