La ayuda --60 millones en préstamos y 40 millones en subvenciones-- ya ha sido acordada con la Eurocámara, aunque tanto los Veintiocho como el Parlamento Europeo todavía tienen que aprobar formalmente la asistencia macrofinanciera.
La macroasistencia financiera, que está sujeta a reformas democráticas y en materia de Derechos Humanos además de económicas y para combatir la corrupción por parte de Moldavia, ayudará al país a cubrir sus necesidades de financiación este año y en 2018.
La Comisión Europea y el Servicio Europeo de Acción Exterior vigilarán de manera constante el cumplimiento de las condiciones exigidas a Moldavia para desembolsar la ayuda, incluidos un sistema parlamentario multipartidista y garantías para los Derechos Humanos y el Estado de Derecho y medidas para garantizar la buena gestión de las finanzas públicas, combatir la corrupción y el lavado de dinero, entre otras.
La económica moldava se ha visto seriamente afectada por la crisis política que vivió el país entre las elecciones en noviembre de 2014 y enero de 2016, así como por el escándalo de fraude bancario y el veto a sus importaciones impuesto por Rusia.
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