La orden, que impide temporalmente la entrada en Estados Unidos de personas de siete países de mayoría musulmana, "interrumpe injustamente no sólo vidas individuales, sino que es potencialmente perjudicial para el libre flujo de personas e ideas que es primordial en la educación superior y la investigación", según ha indicado esta organización en un comunicado.
El secretario general de EUA, Lesley Wilson, ha subrayado que aunque las preocupaciones de seguridad del presidente Trump pueden estar justificadas, pero que una economía como la estadounidense, basada en el conocimiento, no puede permitirse cerrar la frontera a científicos y estudiantes.
"No sólo es éticamente incorrecto, también es un obstáculo importante para el flujo de talento. Las universidades ya están viendo las consecuencias en su personal y estudiantes, pero esto también es extremadamente problemático en muchos otros sectores", ha aseverado.
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