Uruguay sufre estancamiento económico, dicen analistas

Uruguay enfrenta un difícil escenario económico, con un PIB en caída en el primer trimestre y sin previsiones inmediatas de recuperación, según expertos.

Los datos publicados el miércoles por el Banco Central del Uruguay (BCU) muestran que el PIB se contrajo 0,5% en el primer trimestre de 2016 en relación a igual período del año pasado, la comparación más importante para los mercados.

Si se compara con el último trimestre de 2015, hubo un crecimiento de apenas 0,1%.

"La mayoría de los sectores registraron una menor actividad en el primer trimestre de 2016 en relación a igual trimestre del año anterior", detalla el reporte oficial.

"Lo único que demostró el dato es que la economía sigue totalmente estancada", resumió en diálogo con la AFP el economista Ignacio Munyo, director del Centro de Economía, Sociedad y Empresa en la privada Universidad de Montevideo.

"Si uno toma la serie del PIB, desde el tercer trimestre de 2014 estamos en el mismo nivel. Desde setiembre de 2014, (el PIB está) planchado (estancado) totalmente", enfatizó.

Por ello el dato oficial "no sorprende, porque es lo que se viene diciendo, lo que se percibe y lo que se ha advertido y está incorporado en todas las proyecciones".

De su lado, el economista Gabriel Oddone, socio de la consultora CPA Ferrere, expuso al presentar un informe de coyuntura que la "economía está estancada y en los próximos 18 meses no hay razones para pensar que vaya a recuperarse".

Uruguay atraviesa un difícil momento económico, con una inflación acumulada de 11% en 12 meses a fines de mayo, una caída sostenida de exportaciones, un deterioro del mercado del trabajo y un déficit fiscal de 3,6% en 12 meses a mayo al que el gobierno busca taclear mediante un ajuste fiscal, que priorizó el aumento de impuestos a los ingresos (sueldos y jubilaciones principalmente) sobre el recorte del gasto público.

Los economistas en general coinciden en que el ajuste es la única forma de que el país baje el déficit de las cuentas públicas y mantenga su grado inversor por parte de las calificadoras de riesgo crediticio. De esta forma se asegura mejores condiciones de financiamiento y estar en el radar de potenciales inversores para los cuales esa calificación cuenta.

"El ajuste fiscal era necesario e impostergable", expresó Oddone. No obstante, "haber postergado el ajuste fiscal desde 2012 (...) ha hecho que el ajuste fuera más recesivo", añadió.

"Es un freno de mano acá (al consumo y la inversión), pero tampoco era sostenible seguir impulsando el crecimiento internamente a partir del gasto" público "como se hizo en los últimos tres años", expresó de su lado Munyo. "Se dio una señal que va a ser costosa en el corto plazo, pero se espera que en el mediano plazo o a través de la confianza (de los inversores) pueda no ser tan recesivo el ajuste", añadió.

Los pronósticos para el año no son halagüeños en materia de crecimiento para este país de 3,5 millones de habitantes, que integra el Mercosur junto a Argentina, Brasil, Paraguay y Venezuela.

Munyo prevé para fin de año un crecimiento casi nulo, de 0,1%, por debajo del 0,5% que estima el gobierno, que redujo sus previsiones de un muy optimista 2,5% en la ley de Presupuesto aprobada a fines del año pasado, una cifra muy cuestionada en su momento por consultores privados.

CPA Ferrere por su parte estima el crecimiento del PIB para 2016 en 0,3%, también por debajo de las cifras oficiales.

En 2017 se espera una recuperación leve de la mano de una mejora de las economías de Brasil y Argentina.

Para Munyo, Uruguay debería aprovechar la perspectiva de tasas de interés bajas en los mercados centrales, que parece va a extenderse un tiempo más, para posicionarse como atractivo para inversores extranjeros.

La Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo el miércoles sin cambios sus tasas de interés de referencia, un escenario distinto al que se esperaba hace algunos meses cuando había dejado abierta la puerta a una serie de incrementos.

Oddone por su lado, dijo que es "esencial" para Uruguay el "subirse a la agenda de tratados (comerciales) globales", algo que el gobierno de Tabaré Vázquez busca hacer, a pesar de resistencias internas dentro de su partido, el gobernante Frente Amplio.

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