Adif y Renfe revisan sus protocolos de seguridad tras el accidente de tren

  • El gestor ferroviario español Adif ha puesto en revisión todos sus protocolos de seguridad tras el accidente de tren de Santiago de Compostela, en especial en tramos de la red ferroviaria similares al que descarriló el convoy.

Madrid, 2 ago.- El gestor ferroviario español Adif ha puesto en revisión todos sus protocolos de seguridad tras el accidente de tren de Santiago de Compostela, en especial en tramos de la red ferroviaria similares al que descarriló el convoy.

También la compañía de trenes española Renfe revisa sus procedimientos de comunicación entre la cabina y los centros de gestión, personal de abordo y demás comunicaciones, después de conocerse que momentos antes del accidente el interventor del tren llamó por teléfono al maquinista, lo que pudo ser motivo de distracción de este último.

El anuncio de estas dos compañías se produce tras el trágico accidente ferroviario en Santiago de Compostela, el 24 de julio pasado y en el que murieron 79 personas y más de 150 resultaron heridas, aparentemente por exceso de velocidad, al circular el tren a 190 kilómetros por hora al aproximarse a la curva en la que se salió de la vía y donde rige un límite de 80 kilómetros por hora.

El Ministerio español de Fomento informó en un comunicado que las modificaciones previstas van en línea con las recomendaciones aportadas por la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF), que sugiere que todas las reducciones de velocidad máxima programadas entre estaciones, a partir de un cierto rango, estén señalizadas en la vía férrea.

La CIAF considera que en estas situaciones se debe implantar progresivamente balizas del sistema ASFA (Anuncio de Señales y Frenado Automático) que controlen la velocidad de los trenes, de modo que se asegure su inmediato frenado en el caso de rebasar la velocidad máxima con la que debe ingresar en el tramo siguiente.

El interventor del tren que descarriló en Santiago de Compostela, Antonio Martín Marugán, declaró hoy como testigo ante el juez Luis Aláez que investiga el accidente y admitió que momentos antes del descarrilamiento llamó y conversó por teléfono móvil con el conductor del convoy, Francisco José Garzón Amo.

En el auto sobre la citación al interventor, el juez estima que la llamada telefónica de Marugán a Garzón no fue causa del descarrilamiento, y aunque se considere "desafortunada por el lugar o momento en que se hizo", refiriéndose a que el maquinista debió reducir la velocidad al aproximarse a la curva en la que descarriló el tren.

El accidente parece tener su causa "en la inapropiada e imprevisible conducción del maquinista" y a una "velocidad excesiva", señaló el juez.

"No es exigible al interventor que prevea que el maquinista no va a adaptar su conducción a las circunstancias marcadas" por la señalización exterior, las indicaciones del libro de horario y el cuadro de velocidades, según el magistrado.

Desde las horas posteriores al descarrilamiento del tren Alvia, el Ministerio de Fomento aseguró que Adif ha puesto en revisión todos sus protocolos de seguridad, en especial aquellas zonas de transición a la red convencional y en los trayectos de integración en núcleos urbanos.

De momento ya han implantado las primeras medidas en la zona del accidente, con la instalación de balizas ASFA, y está previsto que se extiendan a todos los tramos de características similares..

Renfe indicó que está revisando también los planes de formación y los cursos de actualización del personal, y analizando nuevas propuestas en relación con los exámenes psicofísicos del personal de conducción, así como los intervalos para su realización.

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