Se saca un 68% menos

¿Adiós al dinero en metálico? El miedo al virus deja bajo mínimos el uso de cajeros

Billetes de euro.
Billetes de euro.
Lukasz Radziejewski de Pexels.

La OMS ha señalado en varias ocasiones durante la crisis que el dinero en efectivo no es un vector de transimisión del coronavirus. A pesar de ello, en la mayoría de las tiendas y supermercados que permanecen abiertos en España se recomienda encarecidamente el pago con tarjeta e, incluso, se han implementado sistemas para que el vendedor y el comprador no tengan contacto directo a través de los billetes y monedas, como los guantes obligatorios o depositar el dinero y devolver el cambio en una bandeja. Si a ello le sumamos el brutal incremento de la compra online desde hace más de un mes, no debería sorprender que la retirada de dinero en metálico en los cajeros haya caído un 68% en marzo

Cabe recordar que una de las actividades permitidas durante el estado de alarma es ir al cajero para sacar dinero. De hecho, es de los pocos servicios a pie de calle que se libran de las colas. Pero ni las aseveraciones de la OMS ni los mensajes tranquilizadores del Banco Central Europeo han disipado el miedo a infectarse del coronavirus. Por eso, el dinero en efectivo prácticamente ha desaparecido durante el confinamiento y los comercios operan principalmente de manera electrónica, tal y como apuntan los datos del banco móvil N26 recogidos por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

En concreto, los españoles sacaron un 68% menos dinero en efectivo el pasado marzo que en los meses anteriores a la crisis. La UOC señala que esta modificación de los hábitos de consumo tiene que ver con las medidas que están tomando incluso las administraciones, como por ejemplo que en algunos espacios, como en los autobuses públicos de Valencia, Zaragoza, Málaga o Madrid, ni siquiera es posible pagar en metálico. ¿Se avecina el fin de los billetes y monedas en nuestro país?

"Esta crisis, y el mundo y la economía que van a resultar de ella, van a acelerar el papel cada vez más irrelevante que en el futuro va a tener el dinero en efectivo", afirma Juan Carlos Gázquez-Abad, profesor colaborador de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, que también apunta que, en ese futuro, se "utilizará mucho más la tarjeta y el móvil como medio de pago, ya que la percepción de seguridad y comodidad va a incrementarse de forma importante", tanto en el pago con tarjeta como online. Se refiere a la posibilidad de eliminar completamente el dinero físico del mapa, como ya se están planteando algunos países en los que el uso de billetes ya era marginal antes de la crisis del coronavirus.

El ejemplo de la criptomoneda en Suecia

Suecia lleva ya algo más de un año planteándose convertir su moneda virtual oficial, llamada e-krona, en la primera criptomoneda regulada por un Estado miembro de la Unión Europea. En un informe del Sverige Riskbank (el banco estatal de Suecia) presentado en octubre de 2018, se reflejan unos hábitos de consumo cada vez más digitalizados: ese año, apenas un 13% de los compradores pagaron en efectivo; en 2010, el porcentaje era de en torno al 40%.

A diferencia de países como España, el pago con tarjeta y el e-commerce llevan más de una década instalados en Suecia y, en general, en la cultura nórdica. Aquel mismo año, Jon Nicolaisen, vicegobernador del Banco Central de Noruega, explicaba que apenas se utilizaba el pago en metálico en el país: "Según nuestras últimas cifras, contamos con menos de un 3% de dinero en efectivo; menos del 10% de las transacciones, incluyendo la compra de cafés, se realizan en efectivo". Si hay una región donde podría darse el principio del fin del dinero en efectivo es en los países escandinavos.

La idea de una economía moneda ha ido tomando forma en los últimos años mediante distintos sistemas de pago. Y la crisis del coronavirus está acelerando el proceso, aunque los expertos no se atreven a poner una fecha para el fin definitivo. "Una de las dificultades es la brecha digital, además de las personas en riesgo de exclusión financiera, que son quienes no pueden tener acceso a tarjetas o a relaciones con entidades bancarias, o no quieren tenerla", señala August Corrons, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC. "Pero, además, el efectivo da lugar a falta de rastreo de dinero, lo que facilita operaciones ilícitas, y este punto es el que hace pensar que no es tan fácil eliminar el efectivo porque a determinados colectivos les conviene que exista", advierte.

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