Aerolínea española Cosmos se adjudica los siete aviones de la uruguaya Pluna

  • La firma española especializada en vuelos chárter Cosmos se adjudicó por 137 millones de dólares (unos 106 millones de euros) los siete aviones Bombardier CRJ 900 de la aerolínea uruguaya Pluna, que el Gobierno del país suramericano subastó hoy tras liquidar la empresa el pasado mes de julio.

Montevideo, 1 oct.- La firma española especializada en vuelos chárter Cosmos se adjudicó por 137 millones de dólares (unos 106 millones de euros) los siete aviones Bombardier CRJ 900 de la aerolínea uruguaya Pluna, que el Gobierno del país suramericano subastó hoy tras liquidar la empresa el pasado mes de julio.

La subasta, que había sido postergada el pasado 12 de septiembre por el bajo número de ofertantes y que duró unos pocos minutos, se celebró en el Prado de Montevideo, sede habitual de la mayor exposición ganadera del país.

Ante la espectación de numerosos periodistas y público, el único oferente levantó la mano y terminó llevándose los aviones en menos de siete minutos entre la sorpresa del público y la incertidumbre sobre cual será el destino final de los aparatos.

La única declaración a la prensa que se realizó fue a cargo del responsable del fideicomiso que se encargó de la subasta, Javier Liberman, quien se limitó a señalar que la venta había concluido y que las aeronaves quedarían en propiedad de la "compañía española Cosmos".

Liberman también señaló que se desconocen los planes de la empresa, ya que según las condiciones de la subasta bastaba con presentar "el aval con tiempo y forma", algo que los compradores hicieron, y que no hacía falta saber "su plan de negocios".

"No sabemos cual es el destino de los aviones hoy. Tienen treinta días para confirmar la compra y confirmar el pago. Si quieren luego podrán negociar con el Ejecutivo lo que necesiten si quieren encargarse de una aerolínea en Uruguay", indicó.

Liberman se negó a revelar si hubo alguna otra empresa que pagara el aval de 13 millones de dólares necesario para poder pujar, ni si hubo otros empresarios interesados en pujar por los aviones.

"Eso se sabrá cuando se publiquen las actas en los próximos días", dijo.

Antes de la subasta y en un encuentro informal con los periodistas que esperaban para entrar en el local, el anónimo representante de Cosmos dio a entender que la empresa no estaba interesada en volar en Uruguay, ya que su negocio estaba en Europa, y que por lo tanto los aviones no se quedarían en el país.

En cuanto al precio de los aviones, cifrado inicialmente en 136.885.156 dólares, el oferente indicó que en estas situaciones "el precio siempre es alto".

El resultado de la subasta sembró el desconcierto entre los exempleados de la empresa Pluna, que acudieron al predio donde se realizó la venta para ver su desarrollo desde una pantalla gigante, que si bien por un momento se mostraron satisfechos por el resultado, en seguida comenzaron a dudar sobre si el nuevo dueño de las naves se quedaría en Uruguay.

En ese sentido, decidieron reunirse en asamblea en la tarde de hoy para ver que pasos dar, al tiempo que el Gobierno anunció una rueda de prensa en horas de la noche para dar más detalles de la subasta.

El Gobierno suspendió la subasta el pasado día 12 de septiembre debido a la falta de suficientes interesados y a su deseo de promover una mayor participación con vistas a "restablecer la conectividad aérea del país" y solventar las deudas contraídas por Pluna antes del cierre de sus actividades en julio pasado.

En aquel momento el ministro de Transportes uruguayo, Eduardo Pintado, indicó que había cuatro interesados en los aviones y que esos eran "pocos" para el Gobierno.

La quiebra de Pluna, propiedad del grupo argentino Leadgate en un 75 % y del Estado uruguayo en el 25 % restante, dejó sin empleo a más de 900 trabajadores y a Uruguay sin su única aerolínea, responsable del 80 % del tráfico aéreo del país.

Para recuperar esas conexiones, el Gobierno estableció que al comprador de los aviones se le darían facilidades para adquirir y operar las rutas que antes operaba Pluna, si quería hacerlo.

Entre las compañías que aparentemente estaban interesadas en pujar por los aparatos estaban la venezolana Conviasa, la argentina Sol y BQB, propiedad del empresario argentino Juan Carlos López Mena, dueño de la naviera Buquebus, además de la empresa de autobuses de Montevideo, CUTCSA, pero en ningún momento se habló de Cosmos.

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